TEATRO

Una familia de artistas

Presentamos los hermanos Javier, Karla e Iván Juárez quienes con su talento y esfuerzo han logrado cosechar éxitos en la escena local

Los hermanos Javier, Karla e Iván Juárez
Familia Juárez.Los hermanos Javier, Karla e Iván JuárezCréditos: Especial
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Unidos no sólo por la sangre sino por el amor al teatro y esta frontera, los hermanos Javier, Karla e Iván Juárez, han construido un legado en las artes escénicas y cultura de Nuevo Laredo.

Hoy en el Día Mundial de los Hermanos,  presentamos parte de la historia y de la trayectoria de tres talentosos y creativos hermanos.

La familia Juárez llegó a esta ciudad desde hace varios años y se estableció; con ellos trajeron a sus seis hijos, siendo el mayor de ellos Javier Juárez, joven inquieto por las artes escénicos quien ya tenía algunos estudios en las mismas; decidió comenzar una aventura en el teatro  localmente y con ello impulsar la participación de sus hermanos en las producciones, incluso de sus padres.

Así empezaron a montar diversas obras y con el paso del tiempo algunas de sus hermanos tomaron rumos distintos al arte, pero Karla e Iván siguieron los pasos de su hermano mayor y permanecieron creando y fortaleciendo con sus proyectos la cultural fronteriza.

Javier Juárez

“Entré a estudiar a una escuela de Bellas Artes en la Ciudad de México por allá de 1984, estudié  actuación y luego ya me vine a Nuevo Laredo, llegamos en el ‘86 u ‘87 y aquí comenzamos a trabajar con algunos grupos locales, por ejemplo con el de Lupillo Contreras; me invitó a una pastorela, así empecé a actuar con él. Después hicimos varios montajes y ya invité a mis hermanas a participar”, comentó.

“Posteriormente nos salimos de ese grupo, yo tenía mis cuatro hermanas y mi hermano, entonces ellos querían seguir en esto y unos amigos también querían seguir haciendo teatro, nos dijeron que formáramos un grupo y me pidieron que yo lo dirigiera, me convencieron y empezamos a hacer nuestros primeros pininos en teatro ya como director”. 

Así surgió el grupo Ditirambo en entre 1988 y 1989, para luego convertirse en TIP: Teatro Independiente Popular.

“El grupo se llamaba Ditirambo y pusimos en práctica todo lo que había aprendido en la escuela. En esa ocasión fuimos a pedir prestado el teatro del CREA, que ahora es el Teatro Lucio Blanco, en ese entonces estaba muy descuidado y cuando no lo prestaron comenzamos a remendar el telón, lo pintamos, le dimos su manita de gato”, indicó.

“Hicimos ahí un par de montajes principalmente de Emilio Carballido, que es lo más común en los principiantes, luego hice un montaje que se llamó “Octubre 68”, que trataba sobre la matanza de Tlatelolco, el antes, durante y después. Eran dos obras de Emilio Carballido, qué hacían una trilogía, entonces quien estaba a cargo del CREA, me dijo ‘le estás tirando al gobierno’ y nos pidió que ya no pusiéramos eso, que hiciéramos otras cosas. Entonces yo como artista no iba a dejar que me prohibieran o quisieran imponer condiciones para hacer mi trabajo y se los expresé a los muchachos del grupo y todos estuvimos de acuerdo en irnos”

“Nos fuimos y cambiamos el nombre a Teatro Independiente Popular, independiente porque ya no íbamos a recibir el apoyo de las autoridades, popular porque era  para el pueblo, porque anteriormente e incluso hoy, hay mucha gente que piensa que el teatro local es algo que no vale”, agregó.

Bajo su nuevo nombre en 1992, montaron dos obras “Los vendidos” y “Año nuevo, vida nueva”, y su estreno se convirtió en una anécdota inolvidable para Javier Juárez, pues justo a punto de presentar a TIP en el Teatro del IMSS, su esposa estaba dando a luz a su segunda hija, y el actor y director se daba una escapada para estar al pendiente de su familia y de la producción. Con los nervios de punta porque su esposa e hija no eran dadas de alta y él tenía encima el estreno, se fue al teatro y justo a la segunda llamada abrió un poco el telón viendo a su esposa entrar cargando a su hija, recién nacida llegando a verlo actuar. 

Karla Rocío Juárez

El hermano mayor es Javier, a él siguen cuatro mujeres y por último otro varón, dos de ellos, Karla Rocía e Iván continuaron en la labor teatral y creativa, mientras que el resto se dedicó a otras metas profesionales y personales.

“Después de mí sigue mi hermana Diana Isabel, a ella le dio más por escribir, hizo algunas obras de teatro, escribió algunas pastorelas, ya luego ella se fue Estados Unidos y después a Francia. De ella  sigue Lilia, la más seriecita de mis cuatro hermanas; ella nada más hizo un par de horas con nosotros y luego ya se casó. Enseguida está Karla Rocío; luego Sonia que también estuvo al principio y después se casó y se fue a Estados Unidos y finalmente mi hermano Iván”.

“Karla yo creo que de todos es la más artista de mis hermanas, es a la que más se le facilitó hacer llorar, reír, era la que tenía más chispa, Karla fue la que más destacó, era más dramática”, dijo.

“Ella empezó escribir ya que teníamos tiempo con el grupo TIP, me dijo tengo una obra vamos a hacer el TIP infantil. Con el paso del tiempo la gente ya sabía que el grupo presentaba teatro y nos ubicaban. Karla tuvo la idea de hacer la versión infantil y comenzó a escribir y hacer teatro para niños, invitando a actuar a mis hijas, a las suyas y otros niños. Luego hizo teatro para niños y personas con capacidades diferentes, lo cual ha disfrutado mucho.

“Hace unos años se fue a México, sigue escribiendo no sólo teatro, ella sigue regresando aquí y hace poco presento su libro y así ella sigue creando cada que viene”. 

Iván Juárez

Ya encarrilado y viendo a sus hermanos en la escena teatral, Iván Juárez no quitó el dedo del renglón haciendo su propio camino y contribuyendo con sus proyectos como el tradicional festival de pastorelas que hace anualmente.  

“Así como mi hermano Iván, muchos actores que han pasado en nuestros grupos de teatro, y que después se hacen directores. Recuerdo que hicimos una obra que se llamaba ‘’Cero y van tres”, fue la primera obra que yo metí a un concurso, a mí nunca me ha gustado los concursos. Esa vez era el concurso Rafael Solana y estaba divertida la obra, en ella participaba también Gerardo Villezca; la llevamos a concursar a Matamoros y ellos dos se trajeron menciones honoríficas, con esa obra” refirió.

“Después Iván empezó a dar clases, a formar su grupo Los Españoles y otro que no me acuerdo, también estuvollevando el grupo de teatro de la UAT, perteneció al grupo de Tato del Tecnológico, y ha participado con varios grupos y proyectos”, añadió.

Por último el actor y director pidió apoyar el talento local, sobre todo el teatro, para que le den el valor y lugar necesario; así como a los actores, directores y a quienes se dedican a crear propuestas, para que no se pierda la actividad y tenga los debidos espacios y promoción para llegar a la ciudadanía.