Recientemente en internet el video de un grupo de Niños voladores ha sorprendido a los internautas, pues un grupo de 13 niños realizan la ceremonia de los voladores, como todo unos profesionales en el tema, causando sensación a todo aquel que presencia el metraje.
La Ceremonia Ritual de Voladores está sustentada en una tradición oral ancestral de las culturas indigenas, esta esta compuesta de leyendas, oraciones y diálogos de la época prehispánica que se han transmitido por generaciones como elemento esencial de su identidad, una costumbre que fue tomada en diversas áreas de México.
Aunque comúnmente son más reconocidos "los voladores de Papantla" es importante saber que no solo existe el ritual de los voladores en este lugar, sino también en otros municipios de diversas entidades, tal es el caso de "los voladores de Caxhuacan" (y de otros municipios) en el estado de Puebla.
Es en este estado de donde provienen las impresionantes imágenes de los Niños voladores, que son estudiantes en la escuela "Tonal Okixpipil" (niños del sol en Nahuatl), una academia de las artes indígenas que busca formar nuevas generaciones que continúen con las tradiciones milenarias de México. Esta escuela, al igual que muchas otras a lo largo del país, buscan preservar el lenguaje náhuatl, la elaboración de artesanías, usos, costumbres y tradiciones, como la que dio origen a los Voladores.
Según la descripción del impresionante video, podemos saber que fue captado en uno de los ensayos realizados por los estudiantes de esta escuela, quienes se reunieron a poner en práctica para una presentación en forma, misma que realizarían portando la tradicional vestimenta que caracteriza a "los voladores de Caxhuacan".
¿En que consiste el ritual de los Voladores de Papantla?
La danza de los Voladores es una representación hacia cada uno de los puntos cardinales una de las razones por las que hay hombre en cada esquina. El principal de los propósitos de la ceremonia es solicitar a la naturaleza por que llegue la temporada de lluvias.
Durante su vuelo de descenso a lo largo de un poste con una altura de 30 metros; cada uno de los participantes hace 13 vueltas que sumadas son 52, cifra que coincide con los años de un ciclo solar. También se involucra a los cuatro rumbos del Universo, esto para pedir prosperidad y abundancia a la Madre Tierra.
Otro punto fundamental es la vestimenta de los voladores, quienes portan un gorro de forma cónica que tiene un penacho (mismo que simboliza un Quetzal), así como listones con los colores del arcoíris, así como flores que simbolizan la fertilidad y la tierra.
Durante cada ceremonia, los voladores deben de ofrecer una gallina viva, tabaco, enchiladas y tamales; rociados de flores, aguardiente y, en algunas regiones como en Papantla, les ponen vainilla, que en conjunto sirven para que la vida de los danzantes esté siempre protegida).