Con la voz entrecortada y lágrimas desbordando sus ojos, Lucía Yépez, la guerrera ecuatoriana que se ha asegurado una medalla en los Juegos Olímpicos de París 2024, hizo una promesa que resonó más allá de la arena de lucha libre.
¡Te voy a comprar la casa de tus sueños, mamá!
Esas fueron las palabras que repitió una y otra vez en su teléfono, un testimonio de amor y gratitud hacia la mujer que siempre ha estado a su lado.
Te podría interesar
En un emotivo diálogo que rápidamente se volvió viral, Lucía le aseguró a su madre que su vida cambiaría para siempre. "Ya no tendrás que trabajar más", le dijo, mientras las cámaras capturaban un momento que conmovió a todo un país.
La escena fue compartida por el Comité Olímpico de Ecuador en sus redes sociales, mostrando la humanidad detrás de la atleta que, aunque no alcanzó el oro, hizo historia para su nación.
Apodada "La Tigra" por su feroz determinación, Lucía Yépez luchó con valentía en la final de la categoría de 53 kg, pero fue derrotada por la japonesa Akari Fujinami, con un marcador de 10-0. A pesar de no conseguir la presea dorada, Lucía se convirtió en la primera mujer ecuatoriana en conquistar una medalla olímpica en la historia de la lucha libre.
No fue fácil
Este logro es la culminación de una trayectoria impresionante en el ámbito deportivo. En 2023, Yépez subió al podio en el Mundial de Belgrado y se coronó campeona en los Juegos Panamericanos. Su desempeño en París 2024 es una dulce venganza tras la lesión que la apartó del bronce en Tokio 2020, consolidando su lugar entre las grandes del deporte ecuatoriano.
La medalla de Lucía es la tercera obtenida por la delegación ecuatoriana en estos Juegos, tras el oro de Daniel Pintado en la marcha de 20 kilómetros y la plata conseguida por él mismo junto a Glenda Morejón en el relevo mixto. Los otros bronces en la categoría de Yépez fueron para la norcoreana Choe Hyo Gyong y la china Qianyu Pang.
Lucía Yépez no solo ha ganado una medalla; se ganó el corazón de su nación. Su promesa, hecha con el alma, refleja el sacrificio y la entrega que la llevaron hasta este momento. Y ahora, más que nunca, su sueño de recompensar a su madre está más cerca de hacerse realidad.