El “boom” de construcción de viviendas de interés social en la década del 2000 provocó que en Nuevo Laredo al menos una de cada 10 casas estén abandonadas ante la lejanía de los fraccionamientos y cambio en las condiciones de pago luego de que se aprobaran créditos de forma desmedida en un esquema de corrupción de parte del Infonavit.
Actualmente el 13.7% (19 mil) de las 139 mil viviendas en Nuevo Laredo están deshabitadas y en al menos 6 de los municipios más grandes de Tamaulipas hay 140 mil más. En esta ciudad en algunos casos comprenden secciones completas de casas-habitación que ni siquiera se completaron por encontrarse en áreas vulnerables a inundación, como el caso de una parte de la colonia Toboganes.
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De igual manera en sectores como el Campanario, Santa Cecilia, Valles Elizondo, entre otros, tienen como un común denominador una extrema distancia del área conurbada que aleja a sus residentes de los servicios de salud y el acceso a opciones comerciales -como supermercados- y de esparcimiento, además de complicar la conectividad a través del transporte público.
CORRUPCIÓN
Recientemente en una nota de Proceso titulada “Casas abandonadas del Infonavit: Historia de negocios millonarios y una alegada trama de corrupción”, en la que colaboraron varios periodistas, se aborda y fundamenta la presunta complicidad del consejo de administración de la Infonavit -de sexenios anteriores- en la asignación de contratos y concesiones a modo, que derivaron eventualmente en el fraude al propio instituto y sus derechohabientes al generar vivienda de interés social en predios distantes -adquiridos a bajo costo- y los hogares ofertados en condiciones de pago fluctuantes que terminaron dejando miles de casas deshabitadas en todo el país.
De todo Tamaulipas, Reynosa es la ciudad con más casas en esta situación, con más 49 mil viviendas deshabitadas según el último censo de INEGI en el 2020, seguido de Matamoros con 29 mil y Nuevo Laredo con 19 mil, mientras que Ciudad Victoria tiene 18 mil en esas circunstancias.
TECHOS DE SOBRA
“Esa fue la cantidad que nos dejaron las administraciones pasadas, mucho se centró sobre la lógica capitalista básica: comprar terrenos muy baratos a tres o cuatro horas de los centros de trabajo, donde eventualmente la gente tiene que pasar de seis a ocho horas en el transporte, entonces no le es redituable aunque se tenga la llave ahí”, expresó Román Meyer Falcón, secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
El titular de Sedatu reveló que no existe formalmente un padrón de viviendas abandonadas, pues la noción que tienen de la problemática se basa en una mezcla de datos del Inegi, con información recabada en campo, que al final arroja un total de 650 mil casas deshabitadas a nivel nacional, lo que equivale a la zona metropolitana de Puebla.
HABITADAS
Nuevo Laredo pasó de tener 95 mil 26 viviendas habitadas en el 2010 a más de 120 mil 296 hogares ocupados en el 2020, según estadísticas del INEGI. El 67.4% de las viviendas habitadas en la ciudad son propias, el 18.4% es rentada y hasta un 12.3% es prestada o de un familiar. Mientras tanto en Tamaulipas en los últimos 20 años la cifra de viviendas ocupadas pasó de 682 mil en 2010 a un millón 69 mil en 2020.