Autoridades mexicanas detuvieron ayer por la tarde, en las orillas del Río Bravo, frontera con Estados Unidos, a 110 migrantes centroamericanos, de los cuales 56 eran menores de edad.
El río fronterizo es un lugar conocido por el cruce ilegal de migrantes con la esperanza de llegar a los Estados Unidos y cumplir su sueño de una mejor vida. De esa frontera destacan los municipios de Nuevo Laredo y Reynosa, ciudades con mayor flujo de personas que buscan pasar al vecino país de manera ilegal.
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De acuerdo al comunicado oficial de los elementos de Seguridad, la detención de migrantes, se suscitó en el municipio Díaz Ordaz, en la región de la Frontera Chica en el estado.
Los datos de las autoridades de seguridad, señalan que durante un recorrido de vigilancia habitual, se percataron que entre la maleza se escondían los migrantes, mismos que al ser descubiertos intentaron escapar.
Según el expediente de los agentes, del total de migrantes, 49 de ellos son originarios de Honduras, 45 de Guatemala, 10 de San Salvador, 5 de Nicaragua, y sólo uno era oriundo de México, los cuales fueron trasladados a disposición del Instituto Nacional de Migración (INM).
Datos de la Policía Fronteriza de Estados Unidos, señalan que diariamente cruzan hacia el estado de Texas unos 3 mil migrantes al día, de los cuales una tercera parte son capturados.
Desde octubre de 2018, y a pesar del endurecimiento de la vigilancia en la frontera sur de México, miles de migrantes de Centroamérica, Cuba y Haití entran en el territorio mexicano con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Además el cruce por las aguas fronterizas representa un riesgo para los migrantes, ya que muchos perdieron la vida al ingresar a sus aguas, mientras buscaban el sueño americano.