FESTEJOS DECEMBRINOS

Reynosa: balas perdidas hieren a mujer y a un niño durante los festejos de Año Nuevo

Las personas que disparan al aire volvieron a hacer de las suyas al lesionar de seriedad a dos personas, en casos separados

Hay dos lesionados por balas perdidas en Reynosa.
Hay dos lesionados por balas perdidas en Reynosa.Créditos: Internet
Escrito en ESTADO el

Los festejos de Año Nuevo en Reynosa se vieron empañados por dos lamentables incidentes que dejaron a un menor y a una mujer heridos por balas perdidas, una práctica peligrosa y condenada por las autoridades.

El primer caso ocurrió en la colonia Laureles, al poniente de la ciudad, donde un niño originario de Monterrey, Nuevo León, jugaba despreocupado frente a la casa de sus abuelos en el Circuito Abedul. De manera repentina, un proyectil impactó su pierna derecha, provocándole un fuerte dolor que alarmó a sus familiares.

Balas perdidas hieren a mujer y a un niño

El menor fue trasladado de inmediato al hospital Tierra Santa, en la colonia Cañada, donde los médicos confirmaron que su estado de salud era estable.

Horas después, otra víctima reportó haber sido alcanzada por una bala perdida. A través de redes sociales, una mujer compartió fotografías de una lesión superficial en el estómago, junto con la ojiva del proyectil que la había herido.

Aunque no presentó denuncia ante las autoridades, su publicación desató preocupación entre los ciudadanos, quienes exigen mayor control sobre el uso irresponsable de armas de fuego durante las celebraciones.

La Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) abrió una investigación para esclarecer el origen de los disparos que lesionaron al menor.

Condenan práctica

Por su parte, las autoridades reiteraron su condena a la costumbre de disparar al aire durante eventos festivos, una conducta ilegal que ha dejado heridos en ocasiones anteriores.

Pese a los llamados a la concienciación y las campañas de prevención, los disparos al aire persisten como una amenaza latente. Tanto la ciudadanía como las autoridades tienen la responsabilidad de redoblar esfuerzos para erradicar esta peligrosa práctica y prevenir tragedias futuras.