SAN ANTONIO.- El caso de Uvalde, Texas, donde mataron a 19 niños y dos maestras en una primaria sigue generando controversia, y es que se dio a conocer que al lugar donde se encontraba el tirador, Salvador Ramos, llegaron cerca de 400 agentes policiales, pero hubo decisiones deficientes, después de más de una hora, abatieron al agresor.
Son casi 80 páginas de informe crítica la falta de acción de los agentes ante la situación de riesgo que se vivía dentro de la primaria Robb.
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“En la Primaria Robb, los agentes policiales no se apegaron a su entrenamiento en caso de un atacante activo, y no le dieron prioridad a salvar vidas inocentes por encima de su propia seguridad”, se señala en el informe.
MUCHOS DISPAROS, POCA ACCIÓN
Se sabe que el tirador disparó alrededor de 142 balas y al menos 100 disparos antes de que los agentes ingresaran a la escuela.
El informe señala que un comandante de la Patrulla Fronteriza espero a que llegara un escudo antibalas, además de la espera para recibir una llave que abriera la puerta del aula.
A pesar de que eran casi 400 agentes nadie asumió el mando de la terrible situación, estuvieron a la espera, mientras al interior de la escuela, niños y maestras caían abatidos por las balas.
SABÍAN QUE HABÍA MUERTOS
Un elemento de la Policía de Uvalde señala que a su entender, los agentes que estaban a un lado del edificio sabían que había víctimas, pero nadie entró al aula.
Familiares de las víctimas recibieron el reporte de lo sucedido esa fatídica mañana en la primaria Robb.
“Es una broma. Son una broma. No tienen nada que hacer portando una placa. Ninguno de ellos”, comentó Vincent Salazar, abuelo de Layla Salazar, de 11 años.
Decisiones deficientes hubo en Uvalde, pues a pesar de que había casi 400 agentes policiales no se actuó a tiempo contra un solo tirador, que dejó como saldo 19 niños y dos maestras muertos.