El pasado domingo 6 de octubre, un trágico incendio en Guillena, Sevilla, España, cobró la vida de cuatro miembros de una familia.
El siniestro fue provocado por la explosión de un teléfono móvil que se encontraba cargando sobre un sofá en la sala de su hogar.
Te podría interesar
La explosión, producto de un fallo en la batería del dispositivo, desató un incendio que se extendió rápidamente.
Según la Guardia Civil, el incendio ocurrió en una casa de dos plantas en la calle Fernando Martín. Los bomberos acudieron al lugar, pero lamentablemente no pudieron salvar a la familia, quienes murieron por inhalación de humo.
Las víctimas fueron identificadas como José Antonio Rendón, de 47 años, su esposa Antonia Hidalgo, de 52, y sus hijos Adrián, de 16, y José Antonio, de 20.
Este trágico evento pone de relieve los riesgos asociados a las baterías de litio en los celulares.
Aunque son eficientes, estas baterías pueden sobrecalentarse y provocar reacciones químicas peligrosas, lo que en casos extremos puede derivar en explosiones o incendios.