Un trágico incidente ha conmocionado al municipio de Barrancabermeja, en el departamento de Santander, Colombia. Un niño de tan solo seis años perdió la vida tras haber ingerido pólvora, un hecho que, según los reportes, ocurrió el pasado 7 de diciembre durante la celebración del Día de las Velitas.
La situación enciende nuevamente el debate el uso indebido de elementos pirotécnicos en las festividades populares.
Muere niño por comer la pólvora de sus cohetes
El menor fue llevado al servicio de urgencias el 15 de diciembre, cuando ya presentaba un cuadro severo de salud, incluyendo vómitos, diarrea y dolor abdominal.
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Inicialmente, los médicos diagnosticaron gastroenteritis; sin embargo, con el paso de los días se descubrió que había sufrido intoxicación por fósforo blanco, sustancia presente en ciertos tipos de pólvora como los totes y las martinicas. A pesar de los esfuerzos médicos, el pequeño falleció el 20 de diciembre en la clínica Foscal, en Floridablanca.
El caso ha encendido las alarmas entre las autoridades locales, quienes advierten sobre el aumento de incidentes relacionados con el uso de pólvora en la región.
Solo en el departamento de Santander, 21 personas han resultado heridas por pólvora entre el 1 y el 21 de diciembre, con Barrancabermeja y Bucaramanga como las áreas de mayor incidencia.
505 personas han sufrido quemaduras
A nivel nacional, el Instituto Nacional de Salud reportó que 505 personas han sufrido quemaduras con pólvora en lo que va del mes. Las ciudades más afectadas incluyen Bogotá, Antioquia y Atlántico, donde los casos se concentran principalmente en la manipulación de artefactos como totes, voladores y volcanes, productos pirotécnicos populares en la región.
Los expertos en toxicología advierten que el contacto con fósforo blanco puede ser letal, especialmente en niños, debido a su alta toxicidad. Además, destacan la urgencia de intensificar campañas de sensibilización para prevenir estas tragedias.
Mientras tanto, el dolor de una familia y la pérdida de una vida inocente hacen un llamado a la responsabilidad y el control en el uso de pirotecnia, recordando que la celebración no debe costar vidas.