La segunda ciudad del mundo con más mexicanos después de la Ciudad de México, Los Ángeles, California, despertó con fuerza, se hermanó con los inmigrantes y salió a protestar para defenderlos de lo que consideran injustas redadas ordenadas por Donald Trump.
Mientras, el presidente estadounidense da traspiés, se enfurece y no sólo pierde simpatías… gana odio.
Tres días seguidos, la ciudad más mexicana de EU, se ha estremecido por los choques entre autoridades migratorias, policías estatales y de Los Ángeles y residentes, hijos de inmigrantes y hasta estadounidenses que repudian la política migratoria de Trump.
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Redadas en pleno centro de Los Ángeles, desataron las protestas que fueron llevadas por los manifestantes hasta la misma sede del ICE, el brazo policial de las autoridades migratorias.
Desde adentro, resuenan ruidos metálicos de los cientos de detenidos, que han encontrado en rejas y enseres una forma de apoyar.
Viernes, sábado y domingo, el bunker fue blanco de gritos, de personas cargando pancartas y objetos que se estrellan contra las paredes pintarrajeadas de consignas contra las autoridades migratorias.
En respuesta, el centro federal de detenciones fue custodiado desde la madrugada del domingo por decenas de soldados de la Guardia Nacional, un cuerpo militar movilizado la víspera por Donald Trump, sin antes haber tomado en cuenta la opinión del gobernador californiano, el demócrata Gavin Newsom, quien ha exigido el retiro inmediato de tropas.
“Salimos a las calles porque nuestros padres han vivido toda su vida en las sombras”, dijo Diego, un estadounidense de 30 años nacido en Montebello, una ciudad al este de Los Ángeles con 78% de población latina.
ES UNA INJUSTICIA
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, demandó respeto y justicia para las personas inmigrantes que viven en Estados Unidos “porque son mujeres y hombres trabajadores, honestos”.
Aunque pausada en su hablar, Sheinbaum mostró un dejo de desaprobación por la violencia que han generado las protestas, pero consideró que hay algo de injusticia en las redadas ordenadas por el presidente, Donald Trump.
Chocan Trump y Gobernador de California
Donald Trump se ha visto a veces furioso y otras ocasiones asoma algo de tiranía. Ordenó movilizar 2 mil soldados de la Guardia Nacional pese a que el gobernador Gavin Newsom le dijo que no era necesario. De nada le sirvió la protesta. Newsom dijo que planeaba presentar una demanda contra Trump por el despliegue de la Guardia Nacional. El fiscal general de California, Rob Bonta, dijo que la soberanía del estado fue “pisoteada” por el presidente Trump cuando ordenó el envío de la Guardia Nacional. “Requisar la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador de ese estado es ilegal e inmoral”, declaró Newsom a MSNBC, el domingo. Afirmó que Newsom es un “buen tipo”, pero “todos saben que es incompetente”