MUNDO CANINO

¿Por qué abrazar mucho a tu perro no es recomendable, según expertos?

Estudios revelan que esto podría hacerlos sentirse amenazados, lo que podría generar ansiedad e incluso respuestas agresivas

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Los perros han convivido con los humanos durante miles de años y han aprendido a adaptarse a nuestras costumbres, incluso a aquellas que no forman parte de su naturaleza.

Son compañeros leales, afectuosos y protectores, pero eso no significa que disfruten todos los gestos que interpretamos como muestras de cariño. Uno de los más comunes y que muchos dueños no imaginan que pueda incomodarles es el abrazo.

Según expertos en comportamiento canino, abrazar demasiado a un perro o hacerlo con fuerza no es algo natural para ellos. En el mundo canino, rodear el cuerpo de otro con las patas o inmovilizarlo con el peso suele interpretarse como un gesto de dominancia o restricción de movimiento.

Por eso, aunque algunos perros lo toleran gracias al vínculo con su dueño, internamente pueden sentirse incómodos, estresados o inseguros.

El problema es que esta incomodidad no siempre se nota

Un perro que desvía la mirada, baja las orejas, jadea sin razón aparente o mantiene la cola rígida podría estar enviando señales de que no está disfrutando el abrazo. Ignorar estas advertencias puede afectar la confianza y generar reacciones inesperadas.

Los especialistas recomiendan demostrar afecto de otras formas, caricias suaves en zonas que el perro disfrute (como detrás de las orejas o el pecho), juegos interactivos o simples momentos de compañía sin contacto físico forzado.

Respetar su espacio y su lenguaje corporal no solo evita el estrés, sino que fortalece el vínculo de manera más saludable. Este consejo sobre los abrazos forma parte de una lista de conductas humanas que pueden incomodar a tu mascota.

Interrumpir su descanso, hablarles en tonos agresivos, invadir su espacio personal cuando comen, ignorar señales corporales o vestirlos con ropa incómoda también son prácticas que conviene evitar.

Aunque los perros nos aman incondicionalmente, comprender y respetar su naturaleza es clave para que esa relación siga siendo de confianza y bienestar mutuo.