Estaba perdido dentro de un rancho al noroeste de Laredo, por la carretera 83 norte que conduce a Carrizo Springs, llamó al 911, ya que caminaba sin rumbo, sin agua y alimento; resultó ser un delincuente sexual, con indecencia con un niño mediante contacto físico.
Sentenciado en Dallas, Texas, a dos años de encierro y luego expulsado del país, el mexicano Miguel González Guel, de 30 años, llamó a emergencias y enviaron a la Patrulla Fronteriza con agentes de la estación Norte. El rescate ocurrió el sábado por la noche.
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Estaba expuesto a víboras y animales carroñeros, extraviado; mejor llamó al 911.
Estaba a muchas millas de Laredo o de cualquier población, lejos de cualquier tipo de ayuda, después de reanimarlo los agentes federales descubrieron que en el año 2016, fue sentenciado por el delito sexual contra un niño y posteriormente deportado a México.
Ahora enfrenta cargos de su reingreso indocumentado, fue recluido en un sitio de custodia federal, a la espera de su nuevo desenlace judicial.