Denunciar los caso de violencia de género, pedir ayuda y ya no regresar a esa casa en la que se sufre, demandó la hermana mercedaria Rosemary Welsh, titular de Casa Misericordia a las víctimas. La titular de la Casa Misericordia, refugio para mujeres y niños maltratados, víctimas de la violencia doméstica, dijo que una vez que se ha denunciado al agresor, es mejor ya no regresar a esa casa, pues la situación empeorará.
Aceptó que denunciar y salirse de casa es el paso más peligroso para toda víctima de violencia de pareja o doméstica, porque es cuando el agresor sabe que ya perdió el poder sobre esa persona, entonces buscará agredirla peor, hacer un daño mayor, incluso a los hijos.
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“Desesperado pensará en infringir un perjuicio mayor a los que regularmente le causaba, los que eran frecuentes, ahora va más allá”, reconoció.
Sin embargo, dijo que hay formas de deshacerse de esa persona agresiva, que hace daño físico y mental a sus víctimas. Casa Misericordia recibe al año un promedio de 240 mujeres con o sin hijos, que por primera vez buscan refugio y ayuda, víctimas del delito, de la violencia de pareja o intrafamiliar, ni qué decir de aquellas mujeres que solas o con sus hijos, acuden dos, tres y más veces en un corto tiempo. Sólo el año pasado y únicamente en la Policía de Laredo, se recibieron 2 mil 222 llamadas de violencia doméstica.