Tiene 15 drones la Patrulla Fronteriza en el sector de Laredo, tan sólo uno de estos sofisticados sistemas cuesta 100 mil dólares, llámese el aparato, el monitor en tierra, las cámaras y sensores (diurno y nocturno) y el control remoto.
Y vuelan hasta 18 mil pies de altura, pero todos los aparatos los manejan siempre a 400 pies, altura en la que ya no se ven, ni se escuchan desde tierra, aún en días muy claros y lugares silenciosos. Laredo fue pionero como sector donde la agencia federal utilizó este tipo de vigilancia y detección desde el aire, con gran éxito, data de casi tres años de uso, pero antes, fueron 24 meses de pruebas.
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Por cuanto al servicio de drones, el Sector Laredo está en segundo lugar con 8 mil arrestos conseguidos en este año fiscal 2022, gracias a las visiones y detecciones de estos aparatos del Sistema de Pequeñas Aeronaves No Tripuladas (SUAS, por sus siglas en inglés de Small Unmanned Aircraft System)
“Sólo estamos debajo de McAllen, por cuanto a arrestos derivados de avistamiento con estas naves no tripuladas”, dijo Raymond Rivera, supervisor de SUAS.
Los aparatos captan movimiento y calor, desde las inmensas alturas, de noche, incluso las bajan a 150 pies, además de que tiene lentes con sofisticados zoom, para atraer imágenes y detallar lo que sucede en tierra. Gracias a drones y pequeñas aeronaves no tripuladas, el Sector Laredo vigila la ribera del río Grande, desde antes de Eagle Pass y hasta la Presa Falcon, al sureste de Zapata, Texas.
“No lo escuchan y no lo ves, incluso a 150 pies, la nitidez es extraordinaria, desde aquí donde estamos -bajo el puente internacional número uno- hasta la terminal de autobuses Senda en Nuevo Laredo o hasta el Mall Del Norte, se puede ver todo con suma claridad”, explicó Rivera.
El sistema de naves no tripuladas también tiene unos pequeños aparatos que parecen avionetas o aviones, pero a escala, estos también envían las coordenadas de un punto específico, incluso activan un rayo láser, que guía a los agentes en tierra, indicándoles el punto exacto donde se mueven los migrantes que cruzan el río o a campo traviesa, o quienes ingresan a Estados Unidos por el afluente llevando bultos de droga