Las consecuencias de manejar en estado de ebriedad pueden ser muy graves para estos conductores quienes inclusive pueden recibir multas de hasta 10 mil dólares y sufrir la suspensión de su licencia de manejo durante dos años.
De acuerdo a las leyes del estado de Texas, un conductor que tenga 0.08 mililitros de alcohol en la sangre es considerado no apto para conducir y por lo tanto puede ser sujeto a un arresto por parte de la policía.
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La ley de Texas establece además que cuando se trata de una primera ofensa por conducir ebrio, el conductor puede recibir una multa de hasta 2 mil dólares, seis meses de prisión y suspensión de la licencia por un año.
Cuando se trata de una segunda ofensa, la multa sube a 4 mil dólares, la condena en prisión es de hasta 12 meses y se le puede suspender la licencia hasta por dos años. Para una tercera ofensa la multa llega a los 10 mil dólares, hay cárcel de 2 a 10 años y suspensión de la licencia por dos años.
Joe Baeza, vocero del Departamento de Policía, indicó que oficiales de esta corporación mantienen un operativo especial de vigilancia por el festivo del Día de la Independencia, para detectar y arrestar a conductores ebrios.
Los elementos de la ley trabajan horas extras financiados con un fondo especial del Departamento de Transporte de Texas.
El operativo especial dio comienzo el 24 de junio y se mantendrá en las calles de la ciudad hasta el 10 de julio.