GUANAJUATO

Iglesia hundida es descubierta al bajar el nivel del agua por sequía

Una Iglesia sobrevivió 40 años hundida en un pueblo que fue inundado y que debido a las sequías que atraviesa la zona nuevamente quedó al descubierto

El templo de El Zangarro estuvo 40 años bajo el agua
Sequía.El templo de El Zangarro estuvo 40 años bajo el aguaCréditos: Twitter
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Una iglesia sobrevivió hundida 40 años bajo el nivel del agua cuando un pueblo de Guanajuato fue inundado.

El Templo de la Virgen de los Dolores, situado a 25 kilómetros de Irapuato. Su construcción data de mediados del siglo XIX.

El templo combina los estilos neoclásico y barroco y durante más de un siglo fue el centro de la vida religiosa de la comunidad de de El Zangarro.

Inundan pueblo para salvar a Irapuato

En el pueblo existían oficinas del registro civil y una Vicaría por lo que el lugar se consideraba de importancia en la zona, explicó Dulce María Vázquez, directora del Archivo Municipal de Irapuato.

Un decreto presidencial firmado en 1979 por el Presidente José López Portillo significó el fin de la comunidad, debido a la construcción de la presa "La Purísima" que comprendía las 1,200 hectáreas que abarcaba la totalidad de la superficie del poblado.

Irapuato sufría de inundaciones severas por lo que la construcción de la nueva presa era vital para que la ciudad dejara de tener ese tipo de afectaciones.

La historiadora narra lo difícil que fue para los pobladores resignarse a que su pueblo quedara bajo el agua:

“Cuenta la historia oral que les costó mucho irse del lugar, más que por las construcciones, por el sentido de pertenencia al lugar. (…) Unos cuantos se resistieron hasta que vieron que ya era una realidad que el agua llegaría para cubrir todo el poblado”.

Debido a la inundación inminente, los habitantes de El Zangarro tuvieron que ser reubicados en zonas cercanas y cuando el nuevo lugar para asentarse le pusieron el mismo nombre.

A pesar del tiempo transcurrido, el Templo de la Virgen de los Dolores sobrevive y con el paso de los años se convirtió en un atractivo turístico que invita a fotógrafos y paseantes a recorrer sus alrededores.

En temporadas de sequía, el nivel del agua baja tanto que es posible llegar al interior de la iglesia hundida sin la necesidad de abordar las lanchas que los lugareños ofrecen a los turistas y con suerte, encontrar entre la tierra algún pequeño recuerdo de vestigios del pasado.

Con información de Forbes