HISTORIA

¡Fuimos vecinos! México y Rusia compartieron frontera muchos años

A pesar de estar actualmente separados 10 mil kilómetros, durante muchos años el destino los rusos compartieron una frontera común con los mexicanos .

El Fuerte Ruso colindaba con México
México y Rusia compartieron frontera.El Fuerte Ruso colindaba con MéxicoCréditos: Internet
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Ahora que los rusos  está en boca de todo el mundo es bueno recordar que México y Rusia compartieron frontera muchos años ¡Fuimos vecinos!

México y Rusia están separados actualmente por más de 10 mil kms. Sin embargo, aunque resulte difícil de creer, hace dos siglos fuimos vecinos durante veinte años en la zona de la Alta California.

Razones por las que México y Rusia compartieron frontera

Tras su independencia de España en 1821, México estableció en Sonoma (Alta California) su guarnición militar más lejana para controlar las tribus indígenas y, según algunas fuentes históricas, para vigilar el Fuerte Ruso.

Pero ¿Qué hacía allí el Fuerte Ruso?

Pues bien, la fortaleza llamada por los estadounidenses Fort Ross existió en Alta California entre 1812 y 1841 y fue fundado por la iniciativa de la Compañía Ruso-Americana (RAK, por sus siglas en ruso) que estaba dirigida por el comerciante Alexánder Baránov, el mismo explorador que hizo florecer el comercio en la Alaska rusa.

Los representantes de la Compañía Ruso-Americana visitaron esta región entre 1806 y 1811. Viendo que el poder de España disminuía, los rusos tomaron la decisión de ocupar pacíficamente la parte norte de Alta California.

Fuerte ruso estaba muy cerca de San Francisco

En septiembre de 1812 el administrador de la Compañía Ruso-Americana fundó allí la Fortaleza Ross a solo 80 kilómetros de la ciudad de San Francisco.

A unos 10 km de la fortaleza pasa el río Slavianka, que en 1841, los estadounidenses rebautizaron como Russian River y hasta la fecha conserva este nombre.

A pesar de que España reclamaba ese segmento del  territorio, la zona nunca fue colonizada y, 25 rusos y 90 aleutas se asentaron en la zona sin ninguna dificultad.

Fuentes históricas afirman, que los dueños originales de estos territorios fueron los indios Kashaya-Pomo, quienes cedieron sus tierras a los rusos por tres mantas, tres pantalones, tres hachas, tres picos y rollos de hilo.

De esta manera el Fuerte Ruso se convirtió en la colonia rusa más meridional de su territorio. Su objetivo principal era suministrar productos agrícolas a Alaska, que por esa época también pertenecía a los rusos.

Relaciones comerciales

Aunque la agricultura no llegó a prosperar en esa tierra, los rusos desarrollaron ganadería y el cultivo de árboles frutales omo manzanos, perales, cerezos, uvas y melocotones, que se enviaban a Novoarjánguelsk (actualmente, Sitka), la capital de la Alaska rusa.

En 1828 el lugar contaba con 60 rusos, 80 aleutas y 80 indios locales. En 1836 la población creció hasta 290 personas, algunas de ellas se instalaron en olos márgenes del río Slavianka.

La comunidad rusa empleaba a los indígenas lugareños para hacer los  trabajos más duros y les pagaban con harina, ropa o alojamiento.

Sin embargo, a medida que iban pasando los años, las relaciones con los nativos locales empeoraron, aunque no hay testimonios de conflictos armados de importancia entre las dos comunidades

Rusia no reconoce la independencia mexicana y México no reconoce Fort Ross

Las relaciones con México, tras su independencia de España fueron complicadas.

La  Compañía Ruso-Americana intentaba conseguir un reconocimiento oficial de las fronteras por parte de las autoridades mexicanas, pero México se negaba alegando que no había relaciones diplomáticas entre los dos países.

En 1835 el barón Ferdinand von Wrangel fue enviado por los rusos para firmar un tratado comercial con los mexicanos.

Ferdinand se propuso convencer al emperador Nicolás I para que Rusia reconociera la independencia de México y, a cambio, el país azteca reconocería el Fuerte Ruso. Sin embargo, el zar se opuso rotundamente a la iniciativa.

Mientras tanto, los rusos de Fort Ross desarrollaban el comercio con México de forma activa. Sin embargo, el intercambio comercial no era suficiente para cubrir los gastos de mantenimiento de esta colonia rusa en Alta California.

En 1839 la Compañía Ruso-Americana decidió vender Fort Ross, pero México consideraba este territorio de su propiedad y, por lo tanto, no iba a pagar por las tierras.

Finalmente, en 1841 fue vendido al empresario estadounidense de origen suizo John Sutter, que un año antes fundó una colonia agrícola y comercial en Alta California llamada “Nueva Suiza” y adoptaron la nacionalidad mexicana.

En 1848 cuando California pasó a formar parte de EU por la guerra contra México el empresario y su comunidad adoptaron la nacionalidad estadounidense.

En 1867, 26 años después de vender Fort Ross en Alta California, la Compañía Ruso-Americana decidió deshacerse también de Alaska y se la vendió a Estados Unidos en 7 millones de dólares.

De esta manera, México y Rusia compartieron frontera durante más de 30 años