Las personas mayores suelen ser un sector seriamente ignorado por la sociedad y por sus mismos familiares, quienes ven en ellos una carga. Contrario a todos estos lamentables casos, una familia adoptó a un abuelito de 93 años que vivía en la calle para darle amor y cariño perdido.
El caso fue reportado en Bacalar en Quintana Roo, donde Aaron Hernández Guzmán se ganó una nueva familia luego de permanecer solo durante mucho tiempo, sufriendo las inclemencias de vivir en las calles de la región. Al verle en esta situación, una familia mexicana se apiadó del abuelito, invitándolo a vivir con ellos y dándole el cariño y la atención faltante en su vida.
Según contó Don Aaron Hernández, es originario de la comunidad “El Naranjo” en Hidalgo. Un día lo invitaron a trabajar a Bacalar; ahí cuidaba el rancho de un docente. Después, fue empleado en la localidad de Caobas.
Fueron 50 años los que pasó fuera de su lugar de origen, perdiendo con el tiempo el contacto con sus familiares. Por su edad no pudo trabajar más a pesar de estar lúcido y con un estado óptimo de salud, siendo empujado por las circunstancias a vivir en la calle.
El caso se viarlizó cuando otro adulto mayor apoyó a Don Aaron para buscar a su familia, recurriendo a los medios de comunicación. Esta historia enterneció a María Flor Hernández, quien lo conocía desde hace 20 años, hablando con su esposo y decidiendo adoptarlo.
“Lo dejé de ver por aquí […] él siempre fue buena persona y muy trabajador”, explicó.
Para hacerlo oficial, la mujer acudió al sistema DIF municipal para solicitar la custodia del abuelito a través de un acta compromiso. Luego que ambas partes dieron su consentimiento, hoy don Aaron celebra tener una nueva familia.
La familia que adoptó al abuelito de 93 años que vivía en la calle enterneció a las redes sociales, demostrando como deberíamos tratar a nuestros adultos mayores: con amor y entendimiento.
Jesús García