ARTISTA DE LA CALLE

Con malabares, Alan Aguilar lleva el sustento a casa

Alan sabe que es un peligro estar frente a los autos, pero su gran talento y el deseo de ser mejor cada día lo mantienen siempre alerta

El malabarista se gana la vida en los cruceros
Alan Aguilar.El malabarista se gana la vida en los crucerosCréditos: José Aviña / El Mañana
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Escrito en NUEVO LAREDO el

Los cruceros citadinos también son un escenario para Alan Aguilar, quien a través de su trabajo en las calles saca adelante a su familia, al tiempo que conserva los talentos y la disciplina que ha ido cultivando desde niño para entretener a otros.

“Empecé de chiquillo siendo payaso, entonces me dedicaba mucho a hacer shows, a entretener a la gente y divertirla, está padre porque los haces reír y aparte los sorprendes con lo que haces”, mencionó.

No todos los sueños lucen de la misma manera y eso es algo que el joven oriundo de Monterrey, Nuevo León, tiene muy claro, al seguir los impulsos de lo que lo apasiona, al tiempo que se hace responsable de él y su familia.

“Es que no es lo mismo trabajar en algo que no te gusta”, dijo el apasionado de la disciplina del circo y el arte urbano.

Hacer malabares con fuego no es fácil.

“Todo lo aprendí en la calle, con otros malabaristas, llegan de otros lugares y te nutren de todos los trucos nuevos. Los malabares ahorita ya se estudian, si tú estudias la numerología es muy fácil que te salgan los trucos”, expresó Alan.

Con 31 años de vida, este año cumplió 13 de haberse arraigado en esta ciudad fronteriza, donde formó su familia, a la que ha sacado adelante gracias a su formación en diferentes facetas como acrobacia, malabarismo y breakdancing.

El amor por su familia valen la pena cada esfuerzo.

“Tengo tres hijos; uno de 12 años, de 4 y de 2 años, mi esposa es de aquí y la verdad sí me da orgullo poderlos mantener con mi oficio, no es lo mismo que trabajar en algo que no te gusta; aquí a veces se sufre con el sol, el frío, pero igual lo disfruto, a mí me divierte hacerlo y que la gente diga, ¡Mira, qué chido truco o qué chida maroma!”.

DE TIEMPO COMPLETO

Contrario a la opinión popular, para Alan este es un trabajo de tiempo completo, ya que cada vez que sale a la calle realiza una nueva y minuciosa rutina, la cual debe ensayar hasta dominarla.

“No es sólo venir al semáforo y ya, yo sé hacer muchos trucos, maromas, muchos malabares, pero también se trata de hacer algo que pueda repetir dos o tres horas sin parar y no agotarme de más”, explicó.

Normalmente el malabarista trabaja por las tardes en el punto ubicado entre Bulevar Colosio y Avenida Tecnológico, sin embargo hay noches como ésta en las que en la situación familiar surgen gastos inesperados, por los que sale a buscar el sustento en el horario nocturno.

Por otra parte, los fines de semana, el joven padre de familia labora en diferentes espectáculos y eventos en los que, gracias a su versatilidad realiza diferentes funciones.

“Tengo mi show de zancos, monociclos, de robots y también trabajo con otro compañero que tiene su empresa, ahí hago varios personajes en los eventos”, mencionó Aguilar.

Aunque disfruta su trabajo la pandemia lo hizo ver otro panorama, ya que en el punto más álgido de la situación las cosas se pusieron complicadas.

“Nadie quería cooperar y batallé mucho, me metí a un trabajo estable, no es lo mío”.

ara Alan sería ideal tener un buen trabajo con prestaciones, pensando en el futuro de sus hijos y al mismo tiempo seguir trabajando en sus tiempos libres en lo que le gusta.

El grupo donde Alan Aguilar trabaja para la realización de eventos se llama Melenudos Oficial, pueden buscarlos en Facebook, o en el teléfono 867-751-6463.