IMSS

Familia vive infierno por negligencia médica; caso ya fue denunciado

El caso fue denunciado ante la PGR (hoy FGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dándole estos últimos la razón a la familia

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Escrito en NUEVO LAREDO el

Jesús Armando Hernández recibió en el 2017 una inyección en el Hospital de Zona No. 11 del IMSS, que en lugar de ayudarlo, le provocó un infarto y posteriormente la muerte; su caso fue denunciado ante la PGR (hoy FGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos, dándole estos últimos la razón a la familia, por una negligencia médica, pero a pesar de que se instruyó al Seguro Social brindar una compensación, atenciones psicológicas y otras atenciones, hasta el momento han desentendido el caso.


La familia Hernández vive modestamente, su hijo era quien sostenía su hogar, por lo que desde su muerte viven un infierno.


Ofelia Hernández, madre de Jesús, desde hace tres años y ocho meses, se la pasa con antidepresivos, y su esposo Jesús Hernández, tampoco ha podido sobreponerse a la pérdida de su hijo.


La madre del joven fallecido, llorando y con palabras entrecortadas por el dolor que le provoca recordar cada una de las escenas vividas al lado de su hijo, comentó que en la madrugada del 4 de octubre del 2017 la salud de su hijo se complicó y perdió la vida, por lo que considero y, esto se  confirmó  por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) violaciones a la protección de la salud y la vida de Jesús,  en la unidad de Medicina Familiar 76 y en el Hospital General de Zona 11, ambos del Instituto Mexicano del Seguro Social.


Previó a su muerte, el joven refirió a su madre sentirse mal, y aunque ella le hizo la referencia de ir al médico, este le respondió que no podía, porque tenía que entregar alimentos, horas después llegó a su casa, fue trasladado por su patrón en un vehículo particular, por lo que al hablar con él, ambos se fueron en camión a la Clínica 76 para ser valorado. 


“Cuando salió mi hijo, se quejó de una inyección que le pusieron, a lo que le dije, ahí hijo es así, es por tu bien”, contó con dolor Hernández.


Apuntó que ese 4 de octubre, cerca de las 3:00 de la mañana, su hijo les gritó, y fueron corriendo a su cuarto, y lo vieron tirado, ya que les dijo que no podía caminar y no tenía fuerza, por lo que pidieron una ambulancia, acudiendo Protección Civil, quienes primero se negaban a trasladarlo por considerar que no era una urgencia, mientras el joven se quejaba de un intenso dolor, hasta que por las súplicas de Hernández se conmovieron y lo trasladaron a la clínica.


Luego de sólo ser atendido por practicantes, su hijo se quejaba de mucho dolor, pero estaba consciente, desde la atención que le brindó la Clínica 76, don Jesús expresó que hasta la fecha todo ha sido un calvario, pues no se sobreponen de la pérdida y no ven justicia.


“Llegamos al Hospital del IMSS y nada más ahí nos aventaron, ni un médico se paró con nosotros, yo no conocía ninguno, hasta que perdió la vida mi niño. Yo estuve con mi hijo en el hospital hablando con él, me pidió hablar con su papá, le pidió la bendición, y cuando fue a hablarme, porque me salí del cuarto llorando de dolor e impotencia por lo que él estaba sufriendo”, expresó acongojada la madre.


Comentó que desde el primer momento que se lo llevó la funeraria, su hijo estaba tan hinchado que supuraba sangre por los oídos, los ojos  y la nariz.


“Yo ya no lo quise ver así, no podía ver a mi hijo así”, relató.


Ante todas las anomalías que se tuvieron, fue presentada una denuncia ante la Procuraduría, que acudió a la funeraria, pero no pudieron hacer la necropsia, ya que según información de las investigaciones de Derechos Humanos, ya que previo a ésta, se le practicó una deficiente técnica de preservación de cadáver y evisceración de cavidades torácicas y abdominales.


Además, de no contar con los estudios complementarios y valoración médica especializada del Servicio de Traumatología y Ortopedia, elementos necesarios para determinar de manera adecuada el origen real del dolor lumbar (neurológico, traumático o por enfermedad general), centrando su tratamiento para atender el dolor que presentaba en la espalda.


Los  familiares debieron de haber sido registrados por el instituto para poder  acceder al Registro Nacional de Víctimas a cargo de la citada Comisión, para acceder al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral, en términos de la Ley General de Víctimas.


Además, en coordinación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, conforme a los hechos y responsabilidad que son atribuidos en la presente Recomendación, que da la CDNH de reparación integral a sus familiares directos conforme a derecho corresponda incluida la compensación y la atención médica, psicológica y tanatológica.


 Mientras que la Procuraduría hasta ahora no les ha hablado para informar cómo va el caso, pese a que han buscado información, al igual que en el IMSS y la Comisión de Derechos Humanos local.