Pablo Pérez se llevó el “premio mayor” de los pescadores del río Bravo, al sacar el miércoles un enorme catán de 2.10 metros de largo. No tuvo a la mano una gran báscula para saber el peso del gigantesco pescado.
Mayo, junio y julio se convierten en los tres meses preferidos para quienes practican la pesca recreativa en la localidad, pues es esta temporada, debido a las lluvias, el agua está revuelta, lo que genera mayor probabilidad de atrapar un catán, que por sus dimensiones puede llegar a ser un verdadero monstruo de río y a su vez un manjar local.
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Para Pablo, quien lleva 29 años practicando la pesca a la orilla del río Bravo, es en esta temporada cuando se pueden sacar los peces con mayor tamaño, debido la gran cantidad de lluvias, que durante estos últimos meses ha contribuido a mantener una buena afluencia de peces en el Bravo.
“Este salió rumbo a Colombia, es el tercero que pesco en lo que va del año. Hay que aprovechar porque ahorita es la mera temporada para sacar un gran Catán”, señaló el neolaredense.
La pesca del pez de gran tamaño ocurrió el pasado 21 de julio, en horas de la mañana, lo que terminó por ser un día triunfal.