La pandemia y su rei ncidencia a lo largo de estos dos años ha significado un reto para las asociaciones civiles y fundaciones, quienes trabajan constantemente a favor de la comunidad, tal es el caso de Trigo y amor, fundación que realizará algunos cambios en su estructura de voluntarios.
“Hasta el 2019 tuvimos una plantilla oficial de voluntarios, a quienes se recurría para participar en las actividades que teníamos, que eran mínimo una por mes, y una grande al año que generalmente es la de diciembre”, comentó Daniela Villanueva, presidenta de la A.C.
Explicó que en 2020 empezaron a trabajar con voluntarios distintos para cada actividad, ya que esto no responsabilizaba a los voluntarios fijos para participar en actividades si no deseaban salir de casa por el tema de la pandemia .
“Se tomó esa decisión de no tener una planilla activa y así vamos a seguir trabajando por lo menos durante este año, por lo que invitamos a quien esté interesado a comunicarse para contemplarlos, en la página de facebook de la fundación pueden estar al pendiente”, externó.
“Sí es necesario porque c ua ndo h acemos actividades grandes, los beneficiados son más de 100 personas o más, y se necesita toda la ayuda, tanto en patrocinio como en campo”.
Para este 2022 planean 2 actividades grandes, una a mediados de año y otra para finales del mismo, por lo que desde ahora empiezan a contemplar los detalles.
La fundación Trigo y Amor se dedica a dar atención integral a personas de Nuevo Laredo que se encuentran en situación vulnerable, principalmente atienden a niños, buscando que tengan acceso a condiciones básicas que requiere toda persona.
La participación de las fundaciones en la sociedad es muy importante, pues contribuyen al progreso de la comunidad llevando apoyos a quienes más lo requieren, como las colonias alejadas de esta frontera.