Es Nueva Inglaterra del Siglo XVII. Los primeros colonos llegan de Europa para poblar el nuevo país en América.
En una villa alejada de todo, en terrenos donde no alcanza la civilización naciente, se asienta una familia que siente que es acechada por fuerzas malignas. Una tragedia hace que sus integrantes comiencen a dudar entre ellos y que surjan las acusaciones de herejía y pacto con el demonio.
La bruja es una maravillosa cinta de terror místico, que provoca constantes escalofríos. Se ve muy poco horror y se sugiere mucho. La familia vive a la orilla del bosque donde no existe nada más que ellos y una acechanza que, al parecer se oculta entre los árboles y la misteriosa espesura. Paradójicamente, la garra del maligno acecha en la casa donde el jefe es un reverendo que vive entre plegarias.
Robert Eggers, un gran maestro joven, que se revela como escritor y director, trae esta cinta oscura con un toque macabro y escenas espeluznantes.
Anya Taylor-Joy protagoniza la producción que refresca al género, con ingenio y elegancia. La cámara hace tomas lánguidas en un entorno donde, de día no pasa nada, aunque de noche, parece que deambulan desencadenadas, las fuerzas del más allá.
La estridente música de Mark Korven es sobrecogedora.
La Bruja es una delicia para los fans del terror.
(R. Restringido; menores de 17 deben estar acompañados de sus padres)
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@LucianoCamposG