RÍO REVUELTO

Para octubre ¿o noviembre?

Escrito en OPINIÓN el

Ayer revivió el tema de la reapertura de los puentes internacionales a los mexicanos con visas de turista, pues se habla de cierta probabilidad de que esto ocurra el 21 de octubre, aunque todo indica que en realidad será el 21 de noviembre.
Durante todo este tiempo el comercio en Nuevo Laredo ha experimentado un ‘bum’ económico a pesar de las restricciones y otros obstáculos propios de la pandemia, pues se mantuvo cautivo al comprador neolaredense, que le dio una oportunidad a los negocios locales, mientras que los estadounidenses seguían viniendo, aunque en menor proporción que antes.
Este último panorama podría cambiar con la apertura de los puentes, pero es difícil pronosticar en qué proporción, pues si ya se generó un hábito de consumo local o una especie de arraigo, los negocios podrían mantenerse en esa bonanza, pero si la fuga del capital se intensifica demasiado, ahí habría un problema.
Si esa apertura ocurriera a finales de noviembre, como se cree, sin duda habría una considerable saturación en los puentes, aunque sería mayormente de neoleoneses y coahuilenses con la intención de hacer sus compras navideñas, pero una vez que se normalice la situación, es cuando nos daríamos cuenta de qué tanto capital se fugaría de Nuevo Laredo. Lo que es un hecho es que muchos neolaredenses extrañan las Whataburguers y la ropa de outlet.
A todo este fenómeno se suma otra variable, el hecho de que entre el 2020 y 2021 expiraba una cantidad mayúscula de visas, pues fue justamente hace 10 años cuando ocurrió esa renovación o actualización masiva de estos documentos, pero en el marco del cierre indefinido de la frontera a los mexicanos sin razones esenciales para cruzar al lado norteamericano, una considerable cantidad de estos últimos han ido postergando su trámite para renovar y por ende no podrán cruzar hasta que pasen por ese proceso, que en los últimos meses pareciera haberse saturado considerablemente.
Otro factor a considerar es que durante la pandemia se incorporaron personas de la Semar como agentes de la aduana, obviamente por su perfil militar, con un criterio más riguroso, lo que ha provocado que muchos bienes que se cruzaban antes con normalidad, ahora sean restringidos no porque haya cambiado alguna normatividad, sino porque quien ahora aplica la ley, tiene otro criterio.