El gobierno estadounidense volvió a recomendarle a sus paisanos de Texas, no visitar Tamaulipas para no exponerse al clima de violencia. Tras cinco años de gestión, el gobernador Cabeza de Vaca fracasó en el rubro de seguridad y justicia.
El reciente episodio de sangre y fuego que aterró a Matamoros, es otra demostración de que no hay voluntad política de pacificar al Estado, pues Cabeza de Vaca quitó al Ayuntamiento el mando de fuerzas del orden, pero no puso a nadie en su lugar.
La colusión gobierno-delincuentes está documentada de muchas maneras, pero las más recientes ocurrieron en Nuevo Laredo y luego en Camargo, donde policías estatales fueron detenidos por participar en eventos anti-sociales.
Sin embargo, Cabeza metió a la cárcel a media docena de uniformados convertidos en “chivos expiatorios” para no verse obligado a desenmascarar a mandos medios y altos, que son los que corrompen a la dependencia.
Ante la repetición de los episodios que quebrantan la paz pública, la Federación de Cámaras de Comercio de Tamaulipas emitió un enérgico llamado a los tres órdenes de gobierno, para que restablezcan la tranquilidad.
Julio César Almanza Armas llevó la voz cantante de la FECANACO, para exigir que los funcionarios gubernamentales se pongan de acuerdo entre ellos y cumplan su obligación de mantener a raya a los delincuentes.
Es pertinente esta exigencia pues lo más fácil y cómodo para los representantes del gobierno, es escurrir el bulto, evadir responsabilidades y culpar a otros de la incidencia de las balaceras, persecuciones, abatidos, quema de vehículos, robos, secuestros.
Almanza no se refirió al llamado que hizo el gobierno de EU a sus ciudadanos de no visitar Matamoros, pero el tono de su reclamo es del mismo nivel de indignación, pues las cosas han llegado a un límite intolerable.
Hasta los legisladores de todos los niveles y colores guardan silencio frente a los episodios de violencia que ocurren cotidianamente, como si no les importaran las vidas que se pierden en los llamados daños colaterales.
Américo Villarreal Anaya, senador de MORENA y médico de profesión, prefirió subir a tribuna para aburrir con los textos que le preparan sus asesores, pero no ha hecho un pronunciamiento enérgico como lo reclaman las circunstancias.
Están los políticos más preocupados en atender los prolegomenos de los destapes en los partidos, con miras a la sucesión del año 2022.
Hasta Edgar Melhem Salinas parecer haber perdido la brújula, pues no acababa de ocupar su curul como diputado local, que desatarse en su contra una guerra sucia, y ahora ocupa su tiempo en tratar de defenderse y justificarse.
Por su parte, César Verástegui Ostos parece disfrutar su nuevo status político que lo sitúa más arriba del bien y el mal, destapado como está para disputar la gubernatura a nombre del PAN.
El Truco está siendo arropado por las multitudes azules en municipios donde lo adivinan como el nuevo sol.
Una de las extraordinarias fortalezas que serán muy importantes para el triunfo del candidato de MORENA, es el apoyo implícito de los presidentes municipales que surgieron de esas siglas partidistas.
Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal en Nuevo Laredo, Mario Alberto López Hernández, de Matamoros, Héctor Villegas González, La Borrega, de Río Bravo, Carlos Peña Ortiz, de Reynosa,
Con un agregado: Carlos Enrique Cantúrosas Villarreal podría volver de su exilio en Texas, para participar en la puja por la candidatura de MORENA a Gobernador, habida cuenta que Cabeza de Vaca está muy debilitado y al borde del colapso, y no podría impedirlo.
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