RÍO REVUELTO

Se llevaron hasta la grapadora y el sacapuntas

Escrito en OPINIÓN el

Poco a poco han ido saliendo nuevos detalles con respecto a las condiciones en que dejaron el ayuntamiento los funcionarios de la Administración Rivas; para empezar, tal vez para ganar tiempo, se llevaron los documentos financieros a un domicilio particular habilitado como bodega, que para colmo están incompletos, pues falta lo correspondiente a julio, agosto y septiembre, que tendrá que solicitarse a la Auditoría Superior del Estado.

Hablaron de cifras, aunque de alguna manera fue más como una actualización del quebranto económico que ya han revelado desde el inicio de la actual administración, sin embargo salieron a flote algunos detalles interesantes como el hecho de que la incertidumbre de los contratistas fue tanta con respecto a que le solventaran sus pagos pendientes, que hasta solicitaron al gobierno anterior una carta en la que se comprometían a liquidar el adeudo y aunque se les pagará, esos documentos realmente no tienen validez.

La sesión de Cabildo de ayer duró casi tres horas y durante la comparecencia del tesorero Roberto Herrera Juárez, hubo algunas interrupciones mientras revelaba la información, lo que eventualmente derivó en debates al respecto.

Sin duda la administración debió dejar liquidados sus compromisos a más tardar el 30 de septiembre, incluso si las obras no estaban concluidas, con que quedaran pagadas era suficiente, pero no lo hicieron, además de que no contemplaron los aguinaldos y otros pagos de su nómina, de hecho no dejaron siquiera instrucciones para sus trabajadores, pues simplemente se fueron los titulares y la plantilla quedó en la incertidumbre, sin saber que seguía para ellos.

Según los datos oficiales, se le debe a 129 proveedores por un monto de 97 millones 726 mil pesos, de los cuales a 26 se les deben montos a pagar por arriba de un millón de pesos.

En la misma sesión se habló de un pasivo no registrado de  98 millones 597 mil 361 pesos por  contratos de obra pública directa del ejercicio 2020-2021 pero transferidos a la actual administración.

Por si lo anterior no fuera suficiente, hay una deuda de hasta 11 millones 177 mil 783 pesos, que corresponden a la falta de pago de los seguros de vida al personal de Protección Civil , Tránsito, Bomberos; los seguros de auto y del Centro Cultural, esto sin contar lo que se le adeuda a Setasa/Veolia.

Pero el último año y medio la administración Rivas se dedicó a excusarse en la pandemia, la helada y sobre todo la tromba, con respecto a sus gastos, que hasta la fecha es muy difícil justificar los más de 3 mil millones de pesos que les correspondieron en los últimos nueve meses de gestión.