Contadores públicos de NLD, al desprestigio

Lamentable es lo que la ciudadanía de Nuevo Laredo está dando cuenta de la pasada autoridad municipal, al estarse externando infinidad de fallas hacia sus integrantes ahora como exadministradores, lo peor, que esa actividad estaba a cargo de expertos contables, por lo que estos duros señalamientos estarían llevando y por igual a los contadores públicos de NLD al desprestigio.
No es por demás recordar que, en administraciones pasadas, la observación de la mayoría de la ciudadanía era el quién como profesional dirigiría la ciudad. Entonces, al ver que un ingeniero civil tomaba las riendas de Nuevo Laredo, por supuesto que preocupaba, al comprender que mucho sabría de obra y desarrollo público, pero poco en el manejo y administración del gasto.
Cierto es que situaciones de este tipo se han repetido por años en cada cambio de alcaldes, sin embargo, y aun siendo algunos de estos de profesiones nada relacionadas a la administración pública, el trabajo y desempeño era aceptable, al entenderse que de números, balances o cuentas en donde predominaba el dinero, no era precisamente su fuerte.
Queda claro que las dos figuras principales de esta pasada administración municipal son contadores públicos, hecho que pesa, y mucho, al entender que, como tales, en cuestiones de administración y manejo de recursos, uno como alcalde titular y el otro como suplente, ambos y en su momento sabían y conocían a la perfección cómo manejar las entradas y salidas, cómo cuidar y hacer rendir mejor los dineros del pueblo, detectar en donde existían fallas y cómo atacarlas para corregirlas.
Por esto causa sorpresa que, como profesionales de la contaduría, expertos en toma de decisiones, habilidosos con los números, astutos en el manejo y entendimiento de los números, no hayan utilizado todos esos conocimientos y recursos en favor de la administración pública municipal.
Que, por lo mismo de su profesión, estaban más que relacionados con despachos contables, con agrupaciones de contadurías que bien pudieron haber sido no sólo esos consejeros, sino por igual ese soporte, ese balance oportuno y directo, para así juntos darle la dirección más correcta a su administración municipal en esos momentos a su cargo.
Por esto, irrita a la ciudadanía no lo que está poniendo al descubierto la actual administración municipal, como es la ocultación de archivos, destrucción de evidencias, sustracción de elementos propios para el desempeño de labores administrativas, sino más bien, al sorprenderse de que estas acciones vengan de contadores, esos que se supone son los que abaten y fielmente estas malas prácticas en el desempeño de sus funciones dentro de la contaduría pública y ante entes privadas.
Pues al ser tanto el exalcalde como su suplente originarios de Nuevo Laredo, estudiados y por lo mismo titulados en esta ciudad, esta omisión no sería tan sólo de vergüenza para ellos, sino por igual para esas organizaciones, agrupamientos de contadores públicos auditores locales a los que en su momento han representado, por igual formado parte.
No es por demás recalcar que en Nuevo Laredo existen variados agrupamientos de contadores públicos auditores, mismos que engloban a la mayoría de este tipo de profesionistas contables, siendo todas de mucho prestigio.
Entonces, por supuesto que debe doler a estos colegios de contadores, asociaciones, todo tipo de señalamientos, al crearse una brecha cuestionable al desempeño de sus agremiados.
Entendiendo con esto que infinidad de profesionales en este ramo de la contaduría participan en diferentes vertientes empresariales, administrándolos, siendo por lo regular esos principales colaboradores para el desarrollo, crecimiento y mantenimiento de esas variadas fuentes de trabajo.
Pues cierto es que la tarea de los contadores, no sólo su enfoque está sobre la contabilidad, sino que emergen como esos claros líderes en donde su involucramiento les permite ser ese auditor, ese tesorero, controlador incluso como consultores por su vasta y actualizada experiencia, por lo que son para muchos esos solucionadores financieros y empresariales.
Ha de lastimar y por igual a esas instituciones educativas en donde la formación de contadores públicos auditores se da generación tras generación, y que localmente y al ser esos semilleros de estos profesionistas, y ante cuestionamientos hacia esos sus exalumnos, por supuesto que similarmente pone en evidencia tanto la calidad educativa, como esos principios en la instrucción académica.
No es por demás recordar que hace unos años un contador público vino a poner el ejemplo como ese profesional en la administración, como ese visionario hacia a dónde quería llevar a Nuevo Laredo.
Por lo que el contador público Horacio Emigdio Garza Garza, en su calidad de presidente municipal, sí que fue ese líder nato tanto en progreso como en el manejo correcto de los dineros del pueblo.
Saber que también ocupó y en dos ocasiones esta alcaldía fronteriza, no por su partido político que lo apoyaba, sino más bien por ese ímpetu de hacer las cosas excelentemente bien, de externar esa credibilidad en sus actos de administración, todo en beneficio de su propia comunidad que gobernaba.
Probablemente Nuevo Laredo ya esté más que desesperado, o quizá harto de estar escuchando tanta irregularidad que fluye de esa administración municipal pasada, por lo que esa constante en la exhibición de fallas de parte del actual gobierno municipal, y por lo que se ve, se puede entender que no se trata de revanchismos políticos, ni de utilizar el desprestigio como un arma partidista.
Pues ante lo que se ve en obra y progreso en esta ciudad, quizá las opiniones estén llenas de pareceres encontrados, pero lo que sí es que causa incredulidad que dos habilidosos profesionales de la contaduría hayan provocado u ordenado la ocultación de variada información.
Esto quizá, e irónicamente, al no poder conciliar, cuadrar, por lo mismo aclararle al pueblo, tanto los ingresos como los egresos de su administración municipal.