PASADIZO SECRETO

Soltarse de los recuerdos

Escrito en OPINIÓN el

Es imposible dentro de estas cuatro paredes uno mentir, si esa palabra no existe en mi decir, ante hoy que ese tu fugaz momento lo han devuelto los tiempos, penetrando en el corazón cual fuerza de vientos, y aunque este trance sean tan sólo pensamientos lerdos, es casi imposible y al vagar en ti soltarse de los recuerdos.
La mente sí que es muy ágil y traicionera, pues al instante atrapa etapas tristes o alegres, aunque uno no quiera, te hace despertar en momentos divinos, te hace recordar de tu infancia o juventud pasajes repentinos, pero sí que se gozan enormemente esos “destellos”, aunque duelan al no ser todos sentimientos bellos.
Se avanza entre las habitaciones para disiparlos y me veo en aprietos, ¡oh, maldita vista! Que todo me hace verte a ti en cada uno de esos objetos.
Quizá sea una locura, pues las tazas no hablan, pero al sentirte tan cerca hasta siento que la que era tuya con la mía conversaciones entabla, los platos, los cubiertos hasta ese reloj no hacen más que el comprender, cómo es que poco a poco y sin mayor justificacion te fui a perder.
Al extender mi mano tú la aceptaste, pero con el tiempo y retoños te retractaste, la vida pasó entonces cual, si fuera un fugaz momento, en donde las etapas vividas ya eran sin sentimiento.
¡Qué ironía! Qué lejos se está de aquellas tardes de juventud a tu lado y tu momento por ti brindado y disfrutado, pues en nada se parecen a estas tardes de mi vida que con rapidez y sorpresa han llegado.
Sí, hace muchos, pero muchos años que partiste, pero he de confesar que, aunque lo pasado para mí nunca te fuiste, pues, aunque veíamos ya la vida entre los dos cual competencia, había momentos, aunque fugaces, tan llenos de amor y paciencia.
Me da rabia pasar por ese pasillo en donde se encuentra ese espejo, sin embargo, no puedo evitarlo, al ser como un reloj que me invita a viejo, ese sillón bajo esa luz siempre resplandeciente, aunque cómodo, no lo soporto, al ser en donde más sobre ti se activa mi mente.
Cual fuego sí que arde esta soledad, ¿cómo es que esta vida para mí no ha tenido piedad?, entonces, quisiera nuevamente regresar al pasado, y retractar todo dicho y lo mal actuado.
Volver para corregir todos los actos equivocados, charlar como cuando se estaba completamente enamorados, pero hoy lamentablemente ya nada de esto se puede, entonces los sentimientos retumban y por esto mi mente otra vez ante tus recuerdos cede.
Es triste reconocer que infinidad de matrimonios que iniciaron con gran ilusión una relación, hayan cedido ante una mala decisión o impulso de alguno de los dos por algo sin sentido, y aun haber existido un momento álgido y delicado, reconocer que al llegar a la vejez y con el tiempo, logran en muchos despertar en el alma sobre él o ella y sin querer un eterno sentimiento.