CRÓNICAS POLÍTICAS

Américo y Rodolfo, finalistas

Escrito en OPINIÓN el

Atenidos a la protección que les otorga el Gobernador Cabeza de Vaca, los expresidentes municipales victorenses Xicoténcatl González Uresti y Pilar Gómez Leal, desatienden los llamados a comparecer ante el Ayuntamiento, para explicar el desastre financiero.
Ambos exediles están emplazados por el flamante Cabildo que preside Eduardo Gattas, a dar cuenta de los registros de sus respectivos desempeños, pues cuando se fueron se llevaron hasta el papel sanitario, ya no digamos los archivos y otros documentos.
Ciudad Victoria, sede de los tres poderes, de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, y de otras respetables instituciones, sufre ahora un abandono que le da apariencia aldeana.
Las consecutivas autoridades municipales emanadas del PAN se desentendieron de sus obligaciones y arruinaron la ciudad modelo que construyó en su sexenio el médico Emilio Martínez Manautou.
Como en el resto de las ciudades tamaulipecas, el gobierno de Cabeza de Vaca dejó tirada a Victoria y rápidamente se deterioraron los sistemas de recolección de basura, alumbrado público, suministro de agua potable, vigilancia y seguridad.
La Auditoría Superior de la Federación descubrió irregularidades en los manejos financieros victorenses de los años recientes, y ordenó la reposición de los recursos faltantes.
El Ayuntamiento victorense, manejado ahora por Morena, ha convocado a los principales exfuncionarios del gobierno anterior, que estuvo a cargo del PAN y sus ediles Xicoténcatl y Pilar, a comparecer pero sin éxito.
No está previsto que se use la fuerza pública para obligar a estos funcionarios del pasado reciente a comparecer, pero Eduardo Gattas tiene el recurso de dar vista al Ministerio Público, de las irregularidades descubiertas, para que el asunto pase a otro nivel.
Xico y Pilar debieran estar preocupados, pues Cabeza de Vaca tiene suficientes problemas qué atender, especialmente mantenerse lejos del brazo de la justicia, como para andarles sirviendo de tapadera.
Cabeza gasta mucho dinero en dar la apariencia de que no ha perdido el sueño por la orden de aprehensión que pesa sobre su cabeza, como su reciente visita a Mérida, Yucatán, para atestiguar un evento nacional de turismo.
Pero más tarde que temprano, el mandatario surgido del PAN estará entre la espada y la pared y se verá obligado a rendir la plaza o refugiarse en el extranjero, pues el fuero constitucional se extinguirá en día último de septiembre de 2022.
Y mientras Francisco N. sigue hundiendo sin remedio al barco azul, en Morena alistan el destape del candidato que ganará en las urnas el derecho de manejar el gobierno de Tamaulipas.
De los 38 aspirantes a candidato registrados, el consejo nacional partidista redujo la lista a sólo 4, siendo ellos Américo Villarreal Anaya, Rodolfo González Valderrama, Olga Sosa Ruiz y Maki Ortiz Domínguez.
Los observadores coinciden en descartar a las dos señoras y centran su interés en adivinar cuál de los dos varones se alzará con la candidatura, habida cuenta que ambos tienen buenos padrinos.
Revisando la historia política personal de Rodolfo y Américo, se concluye que el primero reúne más conocimiento, experiencia y sapiencia, en el manejo de ciudades, pues ya fue en una ocasión delegado (llamado ahora presidente municipal) de la delegación Cuauhtémoc, en la Ciudad de México.
Américo es nuevo en el ejercicio del poder, pues se convirtió en Senador de la República hace apenas tres años (rindió protesta en 2018), y antes de eso no fue siquiera suplente de regidor.
Su enorme popularidad deviene de la fama y prestigio de su señor padre, el ingeniero Américo Villarreal Guerra, tal vez el más bien recordado y querido de los mandatarios tamaulipecos, quien gobernó de 1987 a 1993.
En otros temas, Esdras Romero Vega se niega a ser el último mohicano del viejo y corrupto sistema sindicalista mexicano, al hacerse reelegir como secretario general en la sección 1 del STPRM de Ciudad Madero.
Esdras mantiene vigente en su ínsula los vicios tradicionales petroleros, como la venta de plazas y de contratos transitorios de trabajo, el opaco manejo de las cuotas y privilegios laborales, como en los buenos tiempos de Carlos Romero Deschamps, su compadre.  
Gracias al grotesco poder político petrolero de la época, Esdras también saboreó las mieles de la tesorería municipal maderense, pues fue jefe del Cabildo en el trienio 2015-2017.
Y los tres años previos, Romero Vega cobró como diputado local.
Por cierto, el congreso local se propone hacer comparecer a algunos miembros del gabinete de Cabeza de Vaca, dizque para interrogarlos sobre sus desempeños gubernamentales.
Ojalá no se trate de sólo comparecencias a modo, para el lucimiento personal de los encumbrados colaboradores del Gobernador, que no resuelven los problemas de sus áreas, pero cómo se dan vida de lujos, a costilla de los bolsillos de los contribuyentes.

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