SOPA DEL DÍA

Cruzar a Nuevo Laredo, un enredo entre calles feas y oscuras

Escrito en OPINIÓN el

Con la reapertura completa de la frontera -para los mexicanos, porque los nacidos allá pudieron andar yendo y viniendo-, se restableció el intercambio entre las dos comunidades fronterizas.

Entre lo bueno, está que las familias se volvieron a reunir y los comercios reciben visitantes de Nuevo Laredo y otras ciudades mexicanas.

Lo malo es que los tiempos de cruce siguen siendo largos, al menos una hora de espera, pues no todas las casetas están abiertas.

También, muchos se quedaron con las ganas de cruzar, simplemente porque se venció su visa y no pudieron renovarla. Durante la pandemia se vencieron miles de visas, y para tramitarlas los tiempos de espera pueden ser de varios meses.

Lo feo: salir de Nuevo Laredo a Laredo, y de regreso es un espagueti vial.

Si vas por el Puente 2 por la avenida Degollado, de repente se interrumpe y hay que dar vueltas entre calles estrechas, casas viejas, y mala iluminación.

Si vas por el Puente 1, circulando por la López de Lara, al dar vuelta por la 15 de Junio los tres carriles se vuelven exclusivos, uno para el centro, otro para el Sentri, y el tercero para pasar por debajo de los puentes rumbo al Citev. Cuidado y te equivoques, porque tendrás que sortear largas filas, donde nadie cede un centímetro. Los que circulan por el carril derecho, normalmente van a pasar a dejar a alguien y se hace un embudo para los que bajan y suben pasajeros.

Y de regreso, otro calvario. Si cruzas por el Puente 2, después de salir del área de revisión, la calle está cerrada, y hay que dar vueltas por otras calles peores, pequeñas, feas, con escasa iluminación, una boca de lobo.

De verdad que las calles de entrada a Nuevo Laredo, además de enredadas, son feas, oscuras y nada atractivas.

¿Qué pensarán los visitantes cuando cruzan a Nuevo Laredo y lo primero que ven son ese revoltijo de calles feas?

¿Usted qué opina?