SELVA URBANA

Con dos días de lluvia

Escrito en OPINIÓN el

Sí, sólo con 48 horas de aguas, con que hoy domingo siga lloviendo como ayer y… ¡zaz! en un santiamén, nuestra noble gente recordará y recalará sobre por quién no debe votar este 6 de junio.

Fueron 36 años de gobiernos municipales del PRI, desde 1977 al 2013, cuyos estragos brotaron con las lluvias de este sábado.

¿Y qué tal el presente lustro de terror en la administración pública que estamos viviendo, estos 5 últimos años de un Ayuntamiento horrorosamente ratero y terriblemente nefasto?

Juan Pueblo, no tiene pierde sobre quiénes son los que nos tienen así en materia de equipamiento urbano, los que no han dañado con tan desgraciado atraso, tanto en servicios públicos, como en condiciones básicas de toda ciudad.

Saben que PRI y PAN son los responsables de estos “drenajes”, de las recurrentes anegaciones causadas por cualquier agüita caída del cielo.

El habitante local, toda esta serie de interminables problemas citadinos, debido nada más y únicamente al robo de sus alcaldes en turno, regidores, síndicos, secretarios de dependencias y hasta de sus diputados, por paleros y partícipes.

El residente de Nuevo Laredo vive el brote indiscriminado de aguas negras dentro y fuera de su hogar, con el excremento flotando por doquier, gracias a estos malvados de estos gobiernos ladrones.

La inmundicia orgánica está presente y apesta cada día -con o sin lluvias- en los cuatro puntos cardinales del pueblo, gracias a los robos sistemáticos de estos cacos desgraciados.

Esta ciudad está así, tanto por permitir a fraccionadores el construir millares de mini casitas en zonas de inundaciones, como por no hacer nada en el sistema de drenaje (cero pluviales y también nada en canales sanitarios).

Es tanta la negligencia de cada tres años que lo que hubo en nuestro subsuelo a mitad del siglo pasado, ya ni siquiera existe en muchas partes de la ciudad o es obsoleto, quedó colapsado.

El futuro lo alcanzó, no es lo mismo sistema de drenaje para 20 mil casas y comercios en el año 1950, que darle servicio a 100 mil o quizá 150 mil construcciones, casi medio millón de personas.

Para todos los que nacieron después de la década de los 80, lo mismo que viviendas y locales, es decir, 41 años a la fecha.

Y lo que se hizo después de los años 70, fue con materiales no aptos, sin la calidad y las especificaciones para tener capacidad de hacer frente a las necesidades futuras.

Y peor aún, vino la etapa más detestable, o sea, las simulaciones u obras que no se hicieron, pero que sí se cobraron y bastante bien.