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¡Neolaredenses, a impulsar el comercio local!

Escrito en OPINIÓN el

La suspensión del cruce internacional por los motivos ya conocidos, provocó que la mayoría de las familias de esta frontera no disfrutaran más de esas acostumbradas idas al vecino Laredo, Texas, cierto es que por igual esas medidas sanitarias obligaron a muchos negocios a cerrar sus puertas, por esto, justo es implorar ante la probable apertura de puentes, ¡neolaredenses, a impulsar el comercio local!

En estos últimos meses se ha visto un fenómeno por demás impresionante, la creación paulatina de muchos negocios pequeños, medianos y grandes propiamente de familias, de jóvenes emprendedores nacidos, residentes de Nuevo Laredo.

Este nuevo modelo de comercio, de ánimo por realizar una actividad productiva, está contribuyendo al crecimiento de la economía local, al ser este ese verdadero detonante en donde por igual participan familias desde esa que renta un local, hasta el que produce, compra y vende para generar y mantener esa pirámide económica.

El entusiasmo y creatividad de muchos quizás esté fluyendo por tantos y tantos meses de encierro, de pensar, de querer hacer y no poder hacer nada, entonces, esto muy probablemente provocó el sacar esa idea, esa creatividad que se llevaba adentro, y ante este “renacer”, el ya desarrollarlas, ponerlas en función por ánimo propio o a petición de otros, haciéndolas totalmente realidad ha sido de ellos y ellas hoy ese visible resultado.

No se tiene que tener mucho dinero para externar esas ganas de querer emprender algo, pues tan sólo el mantenerse bajo una economía, aunque pequeña, pero bien administrada, será estable y segura, entonces la venta de esos productos atractivos, el comerciar esos secretos culinarios para deleite de sus clientes, el transformar con sus manos creativas esas prendas únicas, está trayendo a Nuevo Laredo esa nueva diversidad empresarial y comercial.

Por supuesto que se requiere ante la ciudadanía, sus visitantes el despertar ese interés por adquirir sus productos, entonces es ahí en donde todo comerciante y a través de los distintos medios de comunicación deben publicitarse, y qué mejor uniéndose teniendo de slogan el promover el consumismo local.

Lograr con esto ese principal objetivo como es la permanencia, estabilidad y crecimiento de sus propios negocios.

Cierto es que cuesta mantenerlos en constante actividad, pues desde ese pago de renta de local, hasta la adquisición de materias primas según el ramo comercial, pago de impuestos, ocupación de empleados provocan por igual gastos que tienen que ser recuperables, todos bajo un mismo concepto, la venta.

Entonces, es ahí en donde la ciudadanía, los residentes en general tienen que tener esa nueva visión para con estos emprendedores, apoyándolos, animándolos, adquiriendo sus productos o servicios, logrando así que esa economía local subsista, se destaque y genere por supuesto en un futuro marcas de prestigio que logren ubicarse en otras ciudades, incluso trascendiendo, por qué no, fronteras.

Por tradición y costumbre, los neolaredenses, sus residentes han acudido a realizar ciertas compras al vecino Laredo, Texas, buscando ofertas, mejores productos de calidad, por supuesto que en cada cruce sí que logran sus objetivos; sin embargo, hoy debe ser ese momento en que ese deseo sea ya gradualmente limitado.

No se puede negar que el cruzar hacia el vecino Laredo, es como un escape al diario vivir, del estresante trabajo, se buscan nuevas formas de diversión, el sentir esa modernidad, esa otra cultura.

Está bien, pero no se debe de olvidar que Nuevo Laredo también necesita de su preferencia, de su economía, al entender que todas las familias de una u otra forma contribuyen, sobreviven de lo que se ofrece comercialmente de este lado de la frontera.
Hoy, el panorama comercialmente hablando por todos los rumbos de Nuevo Laredo es otro, basta con dar un recorrido para dar cuenta de que tanto al oriente como al poniente, sur o norte la actitud comercial es de otras épocas totalmente diferente.

Al apreciarse que de esa pequeña y modesta peluquería de años pasados, estas nuevas visiones y actitudes la han transformado en modernas y atractivas barberías.

De ese restaurantito o fondita, la imagen ha cambiado totalmente al estar detalladas, amuebladas, completamente modernizadas.

La boutique de ropa ha quedado atrás para darle paso a verdaderas tiendas de moda, en donde la calidad de sus prendas y accesorios para damas o caballeros son de la mejor calidad.

Que, de esos tendajitos o puestecitos de la cuadra, del barrio, los jóvenes emprendedores no se han dejado llevar por esos recuerdos, sacando su talento y creatividad para generar esos pequeños “centros comerciales”, aunque de reducidos espacios, muy atractivos y funcionales.

Mencionar a las jóvenes que, del arte de colocar uñas, pestañas postizas, pintar mechones, aplicar tratamientos capilares, corporales en sus hogares, en sí una gran variedad de cuidados personales, han logrado acrecentar su clientela, motivándose a aperturar sus propios negocios.

No se puede negar que los jóvenes emprendedores le están dando otro sello, otra visión y dirección al comercio local, le están apostando a su creatividad, a sus ganas de querer sobresalir, llevar o ser ese apoyo al sustento familiar.

Por supuesto que falta toda esa mano de obra más que calificada, en donde ese talentoso diseñador gráfico, tramitador, profesionista, mesero, mesera, reparador de calzado, sastre o costurero o costurera entre muchos otros profesionales u oficios, por igual forman parte de esa cadena de subsistencia comercial que se debe promover, procurar en Nuevo Laredo.

En esta frontera mexicana, ya se tiene más del año de no cruzar hacia Laredo, Texas, entonces esa costumbre ya está hoy más que en desuso, por lo que esa próxima apertura no deberá ser tomada o considerada como ese “escape” para darle la espalda otra vez al comercio local.

Al aceptar que esta pandemia trajo sí algo nuevo entre los neolaredenses, el de procurarse unos con otros, el de consumir lo que aquí se produce o se vende, el de apoyar y promover lo hecho u ofrecido en casa, entonces a esa nueva costumbre, el no desistir, debe ser esa nueva normalidad.