PERSONAJES DE MI PUEBLO Y DEL OTRO LADO

Dr. Daniel Enríquez Treviño

Escrito en OPINIÓN el

La semana pasada finalmente descansó el Dr. Daniel Enríquez Treviño. Uno de los hombres más extraordinarios que he conocido. Durante años, tomamos café con él en la farmacia Laeenec, de su propiedad, cada sesión era una cátedra, su sapiencia no tenía límites, pero habría que agregarle su infinita paciencia y enorme generosidad para enseñarnos a reflexionar, analizar y ponderar todos los aspectos de un tema. Su capacidad de análisis y síntesis era extraordinaria como él mismo. Era un poco o tal vez un mucho como Sócrates enseñando a sus discípulos, usando la peripatética nos conducía poco a poco hasta llegar a la conclusión.
Las largas sesiones de café con Daniel nos forjaron el pensamiento, obviamente de izquierda, no podía ser de otra manera siendo él un hombre de lucha y defensa de sus compañeros del sindicato de trabajadores del Seguro Social. Sindicato que él formó, organizó a los agremiados y redactó los estatutos y enseñó a sus compañeros a defender sus intereses y a luchar por ellos. A nosotros nos llevó por el sendero del pensamiento, pero un pensamiento que nos llevara a formarnos ideas, nunca rígidas sino aceptando todas las variantes y posibilidades. Daniel no se radicalizaba, mantenía sus premisas, pero no era impositivo sino convincente.
Durante algunos años, colaboró con este matutino, sus columnas no eran para cualquiera, cada una era un verdadero ensayo, eran de fondo, profundas, verdaderas lecciones de sociología, de política, de humanismo. Tal vez sea el humanismo su principal característica, a todas sus acciones les imprimía un profundo humanismo, sus acciones en la vida cotidiana estaban plagadas de humanismo también; era un ser humano en toda la extensión de la palabra. Su hablar pausado y su mirada tranquila, siempre desde arriba por su enorme estatura, nos infundían una extraña paz, tal vez por la tranquilidad que nos daba haber llegado a conclusiones válidas.
Era muy común, que estando en el café, llegaran algunos de los miembros y dirigentes del sindicato de trabajadores del Seguro Social, a consultarle algunas dudas o a pedirle algún consejo, él los escuchaba con la paciencia que lo caracterizaba para luego de algunas consideraciones y análisis profundas los hacía llegar a la solución por ellos mismos. Tenían que aprender a ser libres e independientes. - Nadie que no sea independiente puede ser libre- sentenciaba. Y la primera independencia ha de ser la del pensamiento, librarlo de prejuicios, de ataduras y dogmas. Aprendimos que el pensamiento no sólo es libre, sino que libera.
Ver a Daniel en su palco del parque de los Tecolotes, era todo un espectáculo. Con su libreta de anotaciones, su carpeta de los récords y marcas de los jugadores y equipos, por un lado y por el otro, sus propias anotaciones, que le permitían hacer sus propios cálculos. Veía el juego con sus audífonos puestos para seguir al cronista en su narración, que con mucha frecuencia no estaba de acuerdo pues no decía lo que estaba sucediendo exactamente en el campo. Su conocimiento del juego, lo acertado de sus predicciones y su acuciosa mirada le permitían disfrutar cada juego en toda su magnitud, siempre lo acompañaba alguno o algunos de sus hijos, incluyendo a las mujeres que también se convirtieron en buenas aficionadas. En la próxima temporada, habrá un lugar vacío en el parque, pero definitivamente su recuerdo estará con nosotros.
Nadie se va del todo, cantó Sergio Esquivel recientemente fallecido y es una gran verdad, Daniel nunca se irá del todo, deja demasiadas cosas como para dejarlo ir. Deja no sólo una esposa que lo amó hasta el final, deja no sólo unos hijos que de muchas maneras siguen sus pasos, deja nietos que alcanzaron a abrevar algo de su abuelo, y deja enormes recuerdos en quienes tuvimos el privilegio de tratarlo y ser sus amigos, deja sobre todo enseñanzas, conocimientos, pautas de conducta y el ejemplo de haber sido un hombre honesto, honrado, vertical, pero sobre todas las cosas, un hombre congruente consigo y con su pensamiento, fiel a sus ideas. Descanse en paz el Dr., Daniel Enríquez Treviño, lo recordaremos siempre con cariño.