MIRADOR

Mirador

Escrito en OPINIÓN el

El deán de la catedral quiso conocer la biblioteca de John Dee, pues había oído decir que era la mayor de Europa después de la de Erasmo.

En compañía de sus familiares el jerarca llegó a la casa del filósofo. John Dee le mostró su ejemplar -único- de La Odisea; sus volúmenes con las obras de Aristóteles y de Platón; sus tragedias de Sófocles y Esquilo; sus Confesiones de San Agustín.

El deán revisó los anaqueles y le dijo luego a Dee en tono de reproche:

- Veo que no tienes el Libro Sagrado.

El maestro lo llevó hacia la ventana y le mostró el cielo estrellado. Le indicó:

- Ése es mi libro sagrado.

Cuando salió de la casa de John Dee el deán les dijo a sus acompañantes:

- Es un buen hombre, pero está un poco loco.

¡Hasta mañana!...