Escrito en OPINIÓN el
El Señor hizo al gusano.
En seguida, por extraña asociación de ideas, formó al hombre.
El Espíritu lo vio y exclamó lleno de admiración:
-¡Qué maravillosa criatura! ¡Su cuerpo es perfecto, prodigiosas sus habilidades! Estoy seguro de que se adaptará a todas las circunstancias y sobrevivirá a todas las calamidades. Este nuevo ser va a perdurar.
-Sí -dijo el Señor-. Y el hombre tampoco está tan mal.
¡Hasta mañana!...