Poco a poco se empiezan a materializar los frutos de la modernización del Tratado-México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC, o TLCAN 2.0). En este espacio se siguió muy de cerca todo el proceso de negociaciones, principalmente porque el TLCAN es el acuerdo económico de mayor relevancia para el desarrollo socioeconómico de Laredo y Nuevo Laredo. Hoy, el T-MEC es una realidad, y es, como se planteó en este espacio, el acuerdo que habrá de sacar adelante la economía de la Región Norteamérica (México, Estados Unidos y Canadá).
El T-MEC va mas allá de un acuerdo económico, también es el paradigma de la integración de la Región Norteamérica. Más allá de las diferencias, en varios ámbitos, entre los países participantes, el acuerdo económico siempre ha sido un componente de consenso general en la Agenda entre las tres partes. Es muy importante que se mantenga de esa forma, para que Norteamérica pueda competir contra el resto de las economías regionales (ej., Europa, Asia).
En ese sentido, la compañía de transporte de carga por ferrocarril Kansas City Southern emprendió un acuerdo con Canadian National que, de concretarse, crearía el primer tren que conectará a México, Estados Unidos y a Canadá (la Región Norteamérica). Es decir, el tren T-MEC.
Canadian National resultó la ganadora con una contrapropuesta superando la oferta inicial de su contraparte rival Canadian Pacific. Canadian National cuenta con aproximadamente 32,000 kilómetros de vías a través de Canadá hasta el Golfo de México. El principal transportista de carga canadiense ofreció $33,600 millones de dólares por Kansas City Southern, superando la oferta de $29,000 millones de su competidor Canadian Pacific (CP).
Por otro lado, Kansas CIty Southern cuenta con 11,000 kilómetros de vías férreas que empiezan desde los puertos de México hacia dentro de Estados Unidos.
En el tema del Tratado, las controversias alrededor de los asuntos laborales son parte de los compromisos asumidos por las tres partes y no deben verse como un rompimiento o sumisión. Al contrario, son parte de los mecanismos de diálogo integrados a la modernización del acuerdo. Es preferible el diálogo al rompimiento, que fue lo que casi sucedió con la primera versión del Tratado de 1994 que se quedó corto en los mecanismos de monitoreo que llevaron, en 2015, al candidato Donald Trump a calificarlo como “el peor acuerdo jamás firmado en la historia de Estados Unidos, quizá del mundo”.
El acuerdo entre Kansas City Southern y Canadian National es reflejo de las actividades que resultan a partir de la integración económica entre México, Estados Unidos y Canadá. Integración que no es sumisión, es aprovechar las ventajas competitivas de cada uno para proyectar la economía y, ultimadamente, elevar el bienestar de los ciudadanos.
CC
Las elecciones intermedias en el país del próximo 6 de junio son un elemento fundamental de la economía; tal y como se ha planteado en este espacio en anteriores elecciones, en esencia, lo más importante, desde una perspectiva económica, no es quien gane, sino la certeza de los resultados a partir de la madrugada del 7.
Enhorabuena, que triunfe la democracia.
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