CON EL MAZO

¿Otro mes de cierre?

Escrito en OPINIÓN el

¿Cómo andan con eso de otro mes de cierre en los puentes internacionales a viajes no esenciales? ¿Se hace o no la carnita asada mercada en Variety Meats de Shiloh o en Narvaez Beef del Laredo pocho? ¿“Pulguearemos” este fin en los zocos de la Carretera 359 (ya hay como cinco lugares de cachivaches nada más en esa vía que conecta con Hebbronville)? Se nos hace que no se va a hacer. Pues tanto los gringos como los mexicles andamos hasta el chongo de piojos, los chatos y las ladillas ya se nos suben hasta las pestañas.

PINTA PA´MAL

De plano que el Covid- 19 no cede en la región y así los dos gobiernos federales, de plano que no quieren ir al baile, nada de abrir el changarro, según ellos que no se mezclen los bichos de allá pa´cá, con los de acá para allá. Sí que se la bañan las autoridades de las dos naciones, pues en la frontera “semos de los mesmos”, es la misma ralea, nada más que unos nacieron chicanos, otros pasaporteados y unos… pues nada más con visa.

INGOSE LA FERIA

Será el Covid-19, la “malaria” que se palpa en el pueblo, o lo que ustedes gusten y manden estimados lectores, pero no habrá Desplumex de 2021, así que los Violadores -no violadores- de Papantla, se fueron a volar pero que sí muy lejos de aquí, no los veremos este septiembre. De nuez se ingó La Feria. Ya no más vamos a ver al Chato San Román desde el stand de la Carta peleando y aventándole envases de media a Carlos María en el congal de la Modelo y este contestándole con “huevitos de toro” (Barrilito de Corona) Y arengando uno y otro a la raza para empezar la guerra de botellazos. Esa era diversión extrema, no las “bravuconadas” de la chaviza de ahora.

ESA ERA EXPO

No había los desfiguros de los últimos años en las cervecerías del Expo, donde las chicas se encueraban por una botella de Whiskey y unos cuantos pesos. Los desmadres en la Feria de nuestros 70´s, 80´s y 90´s no tenían que ver con chavas sin ropa. Sí había vedettes y encueratrices, pero no enseñaban todo el tesoro, se tapaban las partes que debían estar cubiertas, sobre todo tratándose de un evento “100 por ciento familiar”. A lo más que se llegaba a decir, es que la morra que cantaba en el palenque o que berreaba en el teatro del pueblo, “se rifaba” y la gente con lana, compraba boletos para una noche de placer en el motel más picudo del pueblo (pero que conste, sólo decían, eran habladas, pero nunca se comprobó nada).

ESTAMOS VALIENDO BARRIGA…

…Señor Verdolaga, figúrense que en marzo de este año, el 67.2 por ciento de la raza de Nuevo Laredo, opinó al INEGI, que vivimos en una inseguridad de la jodida. Pues bien, dos meses después, o sea en este junio, la inseguridad, la percepción de la gente y el sentimiento de que hay Pedro en el ejido, subió a un 69.1 porcentual. Lo que nos dice que 7 de cada 10 coterráneos creemos que la cosa está que arde en el rancho.

PEOR TANTITO

Lo anterior lo asegura este lunes la Encuesta Nacional de Seguridad Pública (ENSU-INEGI). Pero ahí no paran las malas para Nuevo Laredo. Pues tenemos que de diciembre del 2020 a junio del 2021, el panorama estuvo todavía más jodido en nuestro pueblo, se dio un brinco grosero en la sensación de maldad. Con un 58.8 por ciento de percepción de inseguridad por parte de nuestros habitantes en diciembre, contra un elevado 69.1 por ciento en junio, es decir, ahora estamos más del vil nabo que a fines del año anterior. Que hoy día, nuestro terruño está lleno de cacos y matarifes.

FOLCLORICO MI TAMAULIPAS

Un pobre hombre murió electrocutado la noche del domingo en Hidalgo, Tamaulipas, casi en lo más alto de un poste de la CFE y nadie de la prensa dijo que andaba colgando “diablos” o trepando “changos” al cableado de la paraestatal. ¿Qué cosas, no? O sea, domingo, noche, a solas, arriba de un poste de la “luciérnaga” y nel pastel que los medios cabecearon que el infortunado susodicho se estaba prendiendo del SEN (y no del seno). Nos referimos al Sistema Eléctrico Nacional, ese que está tan sabroseado y tan pichoneado por medio país.

LA CULTURA DEL DELITO

Eso es, vivimos en una abierta temporada del ilícito, la gente ve “normal” las conductas antisociales, hay quienes aplauden el delito. Así es como a nuestra nación se la está llevando la fregada. Lo malo hoy es algo muy común y “aceptado”. El actuar decente “es tonto”, el ser recto “es de babosos”. El que no transa no avanza. Lo bueno es que parece ser que todo esto está cambiando otra vez, a volver a ser la gente que eran nuestros padres, nuestros abues y nosotros mismos, pero de cuando éramos más chavalos. Porque todos claro que sí sabemos lo que está bien, lo que es bueno. Por supuesto que reconocemos lo malo, lo que no es correcto. Nada más que ya, ahora, mucha más gente que antes, se está haciendo wey. Qué triste ¿No?