PASADIZO SECRETO

Ahí predominó una histórica ‘fiesta’

Escrito en OPINIÓN el

Al transitar por la Carretera Nacional, de ahí se divisa el camino hacia el aeropuerto, pasando, aún se puede avanzar hacia el poniente al estar a campo abierto, reconocer que a su alrededor antes existía una clara desolación sí que cuesta, pero reconforta el recordar que ahí predominó una histórica “fiesta”.

Los camiones urbanos repletos de gente ahí hacían de cortesía su parada, los taxistas gustosos se emocionan con esa “especial” cuota cobrada, los de a pie de caminar desde todos rumbos hasta ese lugar sí que sudaban, no los de a carro que ansiosos con sus familias uno a uno ahí llegaban.

Hoy al visitar ese sitio un “recuerdo” con su historia recibe y despeja, el añorar aquellas tardes aunque su memoria ya sea vieja, quien al momento invita el acercarse más a donde estuvo su sombra, así remembrar de ese gran escenario que ya en el tiempo no asoma.

Y comienza, recuerdo y comento que justo en lo alto el de la trompeta daba órdenes con esos toquidos certeros, al ser éste el llamado al ruedo de picadores, toreros y banderilleros, entonces sí que ahí empezaba de estos esa verdadera gesta, el demostrar lo mejor de ese arte en esta inolvidable plaza de toros “La Fiesta”.

He de platicarle que tanto el globo para los niños y niñas como el sombrero ancho para las damas, eran los primeros desembolsos del padre que por lo mismo hacía “dramas”, sin embargo y al ya comprar esos accesorios para la corrida, en las bebidas de inmediato pensaba para no ver los toros de una forma aburrida.

Valente Arellano, aquel de novillero a torero le dio prestigio a ese ruedo neolaredense, en donde si que brilló aquella malograda gran promesa torreonense; la plaza de toros “La Fiesta” agotó toda su entrada, me emociono al recordar el arrojo de Arellano que con sus suertes ¡al toro burlaba!

Las nubes no asomaban en aquella calurosa tarde, por lo mismo el sol y al igual que hoy estaba más que arde, por eso es de reconocer que tan sólo los amantes a las corridas de toros, eran los que hacían presencia venidos desde la colonia Guerrero hasta la Matamoros.

He de presumir que de igual modo aquí se presentó y una vez, ese famoso cantante conocido como Vicente Fernández, también pisó el ruedo de sol y arena un juvenil Luis Miguel, el que abarrotó el coso haciendo a las féminas enchinar su piel.

Para los aficionados al box y su emoción, también aquí se les brindó una que otra función, siendo la mas destacada aquella presentación, la pelea de Gilberto Román campeón del mundo en contra del “zurdo” Gómez, ¡qué gran satisfacción!

La plaza de toros “La Fiesta” también se armó de shows musicales, la texana Elsa García armó unos bonitos bailables, recordar que su anuncio en madera duró bastante afuera, incluso después de que a “La Fiesta” el tiempo y el olvido la absorbiera.

¡Pero qué de momentos de una forma tan amplia me ha narrado!, dígame, ¿cómo es que sabe tanto de ese lugar añorado? Pues me he quedado tan sorprendido que le externo y de una forma honesta, que en ratos pensaba que estaba platicando con la sombra del recuerdo de esa plaza de toros “La Fiesta”.