PASADIZO SECRETO

Alcalde suplente, un ‘Quijote sin mancha’

Escrito en OPINIÓN el

En Nuevo Laredo hoy se percibe una alcaldía acéfala, pues quien la ocupa, lejos está de denunciar tanta irregularidad que ahí claramente se percibe, entonces se puede suponer con esas calladas acciones, que para él todo está bien, que no existe nada de complicidad, que por lo mismo es como alcalde suplente un “Quijote sin mancha”.
No está por demás recordar que el contador público Arturo Sanmiguel Cantú, actual alcalde suplente, prácticamente entró a la “esfera” política gracias al voto “parejo” en las elecciones del año 2000, justo en donde quedó electo el panista Vicente Fox como presidente de México.
Sin embargo, su actuar político no ha sido tan satisfactorio, ni mucho menos redituable para el pueblo que ha representado como es Nuevo Laredo, por lo mismo, ni antes, ni después de esa “suerte” de ser diputado federal ha obtenido el voto o aceptación firme y directa de esta ciudadanía.
Al entender, que sólo ha utilizado esa sombra fugaz de diputado para ocupar cargos o puestos públicos, como un trabajo, como un escalón político más que para beneficiar, ayudar y procurar al pueblo que se supone representa.
Esto viene a colación, al ver que el hoy alcalde suplente, más que rendirle un informe y estado en que se encuentra la actual administración municipal, procura en su diario actuar, fingir de una manera más que esforzada, el administrar, sacar adelante a esta ciudad sin objetivos claros en sus “bolsillos”.
Sin embargo, está más que claro el mensaje, que estos meses de gobierno municipal, no han sido otra cosa mas que el tratar de levantar los ánimos de la ciudadanía a favor de su partido político.
Por supuesto que se entiende que en tan pocos meses no se puede generar un campo de acción y respuesta inminente, pero cualquier ciudadano sin ser alcalde suplente podrá dar cuenta y desde el primer día, que ahí algo no está bien, que es extraño que y en tan pocos meses del año, ya no se cuenten con recursos para proporcionárselos en obras y servicios a su propia comunidad.
Pero lo que no se puede entender, es que el alcalde suplente Arturo Sanmiguel, ni siquiera se inmute en convocar a las fuerzas vivas de Nuevo Laredo, a esos empresarios que le apuestan tanto a esta ciudad, a la comunidad en general para dar cuenta del estado que guardan las cosas dentro de la actual administración municipal.
Aclarar ante ellos cómo es que recibió dicho cargo, cómo es que ha estado trabajando para cumplirle al pueblo de sus mas básicas necesidades.
Quizá y como contador público que es, informar en presencia de sus propios colegas y explicar en su idioma contable, cuánto dinero se tiene actualmente, hacia dónde se fue el gasto justificado o no, y por qué de una manera tan expedita.
O contrariamente externarles a todos que si hay suficientes recursos, que el dinero constante y sonante ahí está, pero que por cuestiones ajenas a él no se puede disponer, ni tocar, ni mucho menos en obras poderse utilizar, que necesita entonces de la aprobación del cabildo, del propio alcalde con licencia.
Por supuesto que toda excusa podría ser válida si se tienen los elementos apropiados para comprobarlo, pero de no contar con ningún claro y válido argumento, de no tener ningún antecedente de gasto, o tenerlo y no exhibirlo o denunciarlo, esto para el alcalde suplente Arturo Sanmiguel sí que sería un grave error, al ser ya parte y por ese simple hecho de una complicidad.
Entonces, quizá para el alcalde suplente Arturo Sanmiguel, y al estar actualmente como jefe municipal de esta comunidad, sea el momento preciso para ya externar, hacer ver la realidad de lo que como autoridad está viviendo dentro de esa administración municipal.
Aclarar y de una buena vez, a dónde fueron a parar, en qué se invirtieron los asignados recursos municipales, esos dineros para el tan mencionado megaparque, al constatarse que por ningún rumbo de Nuevo Laredo desde su toma de posesión del cargo de suplente, se ha visto obra por más pequeña que sea, en dónde se invirtió dicho presupuesto.
Claro está que los socavones sí que son un dolor de cabeza en donde se dirigen de una forma imprevista los recursos, pero y al saberse que Nuevo Laredo sí que cuenta con uno de los más fortalecidos presupuestos, nuevamente la duda salta y de inmediato, al verse que en otras cuestiones el dinero no fluye ni se dirige de igual modo.
Quizá sea algo incómodo o vergonzoso para el actual alcalde suplente, el darse cuenta cómo es que la propia comunidad y ante la ausencia de ese trabajo más que obligado del munícipe, se ha organizado y con sus propios recursos, comprado diferentes tipos de árboles para reforestar plazas y parques públicos.
Ver con incredulidad cómo es que otro fuerte de ciudadanos se han avocado a tapar infinidad de baches, con rudimentarios instrumentos, con escasos materiales utilizando tan solo la tierra, esto ante el insistente grito desesperado para que la autoridad municipal haga esto, que es su trabajo.
Constatar la ciudadanía entera, que a meses de la tromba que azotó fuertemente a Nuevo Laredo, muchos de los espacios recreativos, desde sus gradas hasta sus instalaciones, no han sido levantadas por la actual administración municipal, mucho menos reacondicionadas para el goce y disfrute de la niñez neolaredense.
No se tiene que remarcar que por esos mismos motivos los daños a señalamientos municipales tipo bandera, indicativos sobre las más importantes avenidas como la propia Reforma, siguen ahí tirados y abandonados ante el asombro ciudadano.
Calles y avenidas destrozadas por infinidad de baches sin reparar, camellones centrales de bulevares en total abandono, entre muchos detalles que a diario a su paso da cuenta la ciudadanía; en sí una ciudad que asemeja que en el edificio municipal no existe autoridad, que no se procura en lo más mínimo esa excelsa categoría de administrador.
Ojalá que el actual munícipe Arturo Sanmiguel reflexione si es que algún día quiere ocupar, ahora sí y por elección, la alcaldía de Nuevo Laredo, por lo mismo estar a favor y no en contra de una ciudadanía preocupada por su progreso y economía, ser entonces “justo” con los mas necesitados, ser así un hombre que no lleve manchas sucias sobre su espalda.