La verdad de la consulta

La consulta popular tuvo una difusión oficial muy escasa y por tiempo mucho más limitado que en los ejercicios electorales usuales, obviamente el impacto iba a ser distinto que en las elecciones.
Nuevo Laredo ya de por sí tiene el antecedente de ser poco participativo, incluso comparando sus porcentajes con otras ciudades fronterizas que tienen una dinámica similar.
Para este ejercicio en particular hubo más difusión de los opositores de la 4T -obviamente negativa- que por el propio INE, claro, con una serie de argumentos repetitivos y en su mayoría carecían del antecedente necesario.
Quienes decían que “la ley no se consulta”, pues resulta que este modelo de consulta está en la Ley Federal desde el 2014.
Otros decían que los 500 millones de pesos que costó el ejercicio podría haberse aprovechado en otras cosas, sin duda tienen razón en eso, por eso es que la propuesta original era que se hiciera el mismo día de las elecciones, algo similar como ocurre en Estados Unidos en los que además de votar por los candidatos, se someten a consulta una serie de propuestas; pero la oposición cambió la fecha de la consulta, lo que evidentemente implicaba un gasto adicional en material y logística.
Aunado a esto, hay que considerar que 500 millones es apenas una vigésima parte del presupuesto del INE, que tiene a su favor más de 20 mil millones de pesos, que AMLO ha querido reducir, pero que la oposición ha votado en contra.
Uno de los motivos principales y que se aplican en países del primer mundo, es involucrar a los ciudadanos en las decisiones de la nación, en este caso, de enjuiciar a los expresidentes de México, que sin duda hicieron mucho daño durante sus respectivos sexenios, cada uno con sus respectivas circunstancias, desde la privatización de los bienes de la patria hasta el Fobaproa y la Estela de Luz, por citar algunas de las grandes estafas que enriquecieron a las cúpulas políticas y empobrecieron al país.
Votar en la consulta es un deber, pero la actuación del INE a nivel nacional fue de mala gana, solo para decir que cumplieron, pero sin las facilidades usuales para que el elector pudiera encontrar su mesa receptora.
En fin, el juicio contra los expresidentes se buscará de todas maneras, ante el detrimento de sus gobiernos contra la patria.