Del Diálogo Económico de Alto Nivel (HLED, por sus siglas en inglés) en Washington D.C. surgieron varios acuerdos, entre ellos la creación del Grupo de Trabajo Bilateral en Cadenas de Suministro. Esto es resultado del desafío de las cadenas de suministro globales por el aumento simultáneo de la escasez de los productores por ofertar y de la demanda de los consumidores por comprar. Esta encrucijada mundial, derivada de la crisis económica, resultó en la creación del grupo de trabajo.
De antemano, considero que la reunión fue exitosa, mas por forma que por fondo. Una junta que reunió en un solo lugar a la comitiva de mas alto nivel entre ambos gobiernos, antecediendo un próximo encuentro, aún sin fecha, entre los presidentes Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador. En el Diálogo Económico de Alto Nivel se trataron temas de fondo, al mismo tiempo, sensibles e inmediatos para la comunidad binacional.
Ninguna otra región de Estados Unidos ni de México entendería mejor, por experiencia propia, las vicisitudes de la agenda bilateral que la comunidad fronteriza. Desde Tijuana-San Diego, hasta Matamoros - Brownsville, es decir, la frontera es el corazón de la agenda México - Estados Unidos. A parte del volumen comercial que supera un mil millón de dólares al día, y las cadenas de suministro que entrelazan las economías de ambos países, también existe una cultura binacional que permea en ambas comunidades, entendida completamente sólo por quien vive en ella.
El Diálogo Económico de Alto Nivel fue encabezado por la vicepresidente Harris y el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, y se plantearon cuatro pilares: Reconstruir juntos, Promover el desarrollo económico y social sustentable en el sur de México y América Central, Asegurar las herramientas para la prosperidad futura, e Invertir en nuestra gente.
En México, el evento destacó en la conferencia de prensa del presidente López Obrador, eje central de su gobierno. Sin embargo, el tema lamentablemente no obtuvo mayor relevancia en los medios nacionales en Estados Unidos, mucho menos alguna declaración del mismo presidente Biden, y el impacto mediático se limitó a un tuit de la vicepresidente Kamala Harris, que es la encargada de atender el tema migratorio.
Para la frontera, dentro del marco planteado en los cuatro pilares, hubo elementos que valen la pena destacarse, particularmente en dos frentes: reconstruir juntos y asegurar las herramientas para la prosperidad futura.
“Fortalecimiento de las cadenas de suministro nuevas y existentes” para mitigar disrupciones. Promover la competitividad económica entre México y Estados Unidos, a través de la innovación, mejora de los cruces fronterizos terrestres, y de la infraestructura marítima portuaria, y de flujos comerciales transfronterizos más expeditos.
“Asegurar las herramientas para la prosperidad futura” que apoye la compatibilidad regulatoria y mitigación de riesgos en temas relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación, redes, ciberseguridad, telecomunicaciones e infraestructura, entre otras. Además, incluye mejorar los flujos transfronterizos de datos y la interoperabilidad entre México y Estados Unidos.
Considerando los elementos anteriores, sin duda, la comunidad fronteriza debe ser tomada en cuenta en el diálogo y subsecuentes considerandos. Sin decir que hasta ahora no ha sido tomado en cuenta, pero siempre debe haber espacio en el diálogo para una voz autorizada en la mesa, y esa voz debe ser la de la comunidad fronteriza.
Mientras, enhorabuena por un exitoso reinicio del Diálogo Económico de Alto Nivel.
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¡Feliz día de la Independencia!
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