DE INTERÉS PÚBLICO

CIDE México es de todos: la educación superior debe ser universal

Escrito en OPINIÓN el

Este artículo defiende categóricamente la muy atinada designación como director general del CIDE (Centro de Investigación y Docencia Económicas) al sobresaliente, muy brillante y patriota doctor José Antonio Romero Tellaeche, quien me consta es un erudito en las ciencias económicas, aparte de un mexicano ejemplar.
Sirva lo anterior para echar por tierra la amañada y falaz versión que perversamente y de manera por demás soez han orquestado en contra de su excelente e inmejorable designación, los reaccionarios medios de comunicación tradicionales, que acostumbrados a las grandes canonjías del viejo régimen, hoy tratan de frenar la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Hoy cada vez más ridículamente, de forma anacrónica y sin apoyo popular ni la más mínima elemental lógica y razón histórica, se empeñan rapazmente estos grupúsculos de interés especial en orquestar en contra del interés público, una campaña de desprestigio contra esta nueva y excelsa dirección general del CIDE.
Asimismo, merece un reconocimiento total la directora del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), doctora María Elena Álvarez-Buylla, al buscar abolir el monopolio de la educación superior que pretende aplicar la perversa política educativa de único pensamiento.
La educación debe de ser universal, debe dar cabida a todas y cada una de las escuelas de pensamiento y corrientes ideológicas. La educación superior fue secuestrada en los últimos 36 años por los poderes facticos hoy conocidos como la mafia del poder. Los centros de investigación a lo largo y ancho del país se convirtieron en pregoneros de las supuestas grandes bondades de las políticas neoliberales.
Es así como se conformó un coto de poder para los intelectuales orgánicos que solaparon las políticas entreguistas y corruptas que caracterizaron el hoy agonizante sistema de gobierno neoliberal, que deja todo al mercado y desconoce sus grandes fallas que se traducen en la generalización muy válida y confirmada por la evidencia empírica, en el sentido de que es insensible y a la vez insaciable.
Cómo dejar todo al mercado en un país con grandes desigualdades en materia de poder político, conocimiento, nivel de vida, brecha salarial, déficit social y educativo, etc. Alguien tiene que regular al mercado, alguien tiene que prevenir y subsanar sus fallas.
La educación debe de ser universal, no se vale ni es viable la propuesta educativa de un solo pensamiento. Da pena ajena ver cómo se manipula a los estudiantes, con fines de beneficio de un puñado de personas con resistencia al cambio, que no entienden o no logran asimilar el hecho que México se encuentra en un proceso de transformación profunda. No es un cambio más de administración sino un cambio de régimen, donde ya está prohibido prohibir. Y donde se vale discernir y donde se está aplicando un modelo de desarrollo alterno.
Esto fue el mandato de la mayoría de los mexicanos en el 2018. Esto implica una mayor apertura intelectual donde se pueda albergar y desarrollar todas y cada una de las corrientes de pensamiento. En este caso en el ámbito económico, político y social.
Ya se puede criticar con bases firmes la política económica del neoliberalismo, que sólo dejó una inmensa desigualdad y un esquema de corrupción galopante que le robó al pueblo el futuro.
En mi vida había visto un ataque más aberrante e injusto contra un académico, investigador y mexicano ejemplar.