MIRADOR

Mirador

Escrito en OPINIÓN el

En el Potrero el frío del invierno es bienvenido.
Les sirve a los manzanos para dar su fruto y acaba con los insectos nocivos que amenazan las cosechas.
También, si cae la nieve, el invierno pone leña en el fogón de las cocinas, pues su peso hace caer las ramas secas de los pinos viejos.
Además el frío invernal es buen pretexto para no salir de casa y disfrutar el calor de la chimenea, la sabrosura del té de yerbanís o del recio café de la montaña, y por la noche, después de la cálida sobremesa de la cena, la tibieza de las cobijas llamadas de lana y lana tejidas en los telares de Saltillo.
Cada estación del año tiene su encanto, lo mismo que cada etapa de la vida. El arte de vivir consiste en saber gozarlas todas a pesar de los inconvenientes que puedan traer consigo. El solo hecho de vivir es un precioso don que hemos de agradecer por encima de cualquier desgracia. Aquel que da la vida nos llevará a otra cuando sea su voluntad. Entre tanto gocemos el calor de la chimenea, la tibieza de las cobijas de lana y lana y la sabrosura del té de yerbanís.
¡Hasta mañana!...