Desde hace días, incluso semanas, los médicos de locales han dicho que la variante del Covid-19, Ómicron, ya se encontraba rondando en la ciudad, pero fue hasta ayer que oficialmente se confirmó el primero en Laredo, quizá de muchos casos en esta frontera.
No hay que minimizar la situación, pero tampoco alarmarse de más, pues esta variante si bien -dice la comunidad médica- que es la de más rápida transmisión que se haya visto, la probabilidad de requerir hospitalización o de fallecer por esa causa, es realmente baja en la mayoría de los pacientes.
Obviamente no debemos dejar de lado las precauciones que se han repetido hasta el cansancio, especialmente para proteger aquellas personas que son vulnerables por haber padecido previamente el Covid-19 y quedar con secuelas, así como a quienes tienen una condición de bajas defensas.
Usualmente, al menos en Tamaulipas, esta clase de situaciones suelen aprovecharse para cuestiones políticas, así que hay que estar atentos a las formas en que este ventajoso gobierno de Cabeza de Vaca, pretenda hacer de las suyas con el pretexto de la pandemia.
Ayer Rodolfo González Valderrama estrechó la mano de Américo Villarreal, el virtual candidato de Morena para la renovación de la gubernatura en Tamaulipas, mandando de esta manera un mensaje de unidad entre ellos dos, pero también se entiende como un llamado al resto, a unirse a un solo proyecto.
Esto es lo más lógico y maduro que se espera de un político, pues lejos de frustrar su andar político, se abre camino para lo que sigue.
Maki por su parte continúa en su postura de impugnar la decisión de asignarle al senador la candidatura, que es compleja por diversas razones; la primera es que la determinación se tomó en base a las encuestas que le dieron las preferencias a Américo y en cuestión de paridad de género es más difícil apelar, pues de las seis gubernaturas, tres se asignaron a mujeres e igual cantidad de hombres.
Mientras tanto, aunque no se ha dicho oficialmente, podemos dar por hecho que a Rodolfo se le va a considerar bien a la hora de asignar puestos en la administración de Américo y sin duda también en futuras elecciones para diputaciones o senadurías, lo que tal vez hubiera pasado también con Maki, aunque dependerá mucho del desenlace de su apelación a la decisión de Morena con el tema de la gubernatura.