PAN, un partido político viejo que aún ‘muda’

Como algo ya pronosticado por su pésima actuación, es lo que la mayoría de la ciudadanía de Nuevo Laredo ha estado dando cuenta en estos últimos meses de ese otrora partido que prácticamente dominó el panorama político de esta frontera; sin embargo, cierto es que después de ese periodo de “suerte”, sus elementos se han ido saliendo, que no esa sorpresa, sino más bien esa incredulidad de ver a ese PAN, un partido político viejo, que aún “muda”.
Pero, bueno sería saber de parte de ellos, de esos que se decían hace algunos meses fieles a las ideologías del Partido Acción Nacional, en dónde está esa fidelidad tan pregonada, en dónde quedaron esas señales de buenos panistas.
¿Por qué lo abandonan ahora que más los necesita? ¿Por qué le dan la espalda ante ese mínimo “temblor” político?, pues cierto es que hace suponer su huida, no ese motivo para mejorar como políticos, sino mas bien para lograr cual sanguijuela, el sujetarse y firmemente de esa nueva sangre que emana limpiamente de esos otros partidos políticos con mejores propuestas e ideas.
Cuánta razón tenían esos viejos panistas, sií esos que hace varias décadas y al ver el avorazamiento de esos “nuevos” elementos, fueron partiendo uno a uno voluntariamente o ante el desplazamiento obligado de sus nuevas dirigencias.
Cierto es que el hubiera ya no existe, pero de haberse mantenido firme en aquellos años el panismo local, dejando a un lado, cerrándoles las puertas a esos ya conocidos oportunistas que hoy están partiendo, quizás el panismo local estuviera demasiado fortalecido, y aun en las malas, la preferencia por su historia, por sus elementos de una gran calidad moral, serian suficientes para seguir creyendo en ellos.
Lo que se ha externado en los últimos meses del Partido Acción Nacional local, da una clara muestra de que tan sólo han cargado la “cruz” de la traición, en donde nadie apoya a nadie, en donde se jalonean entre todos, en donde no existe un rumbo, al tomar cada quien el camino del oportunismo y beneficio personal.
Hoy deben entender esos panistas que aún quieren a su partido, sí, pero esos que fueron desplazados, esos que estuvieron al margen de todo lo que en los últimos años ocurrió, que Nuevo Laredo, que esta frontera de ninguna manera está peleada, en conflicto con sus ideales, sino más bien con los que últimamente tomaron las riendas, al mal dirigirlos, al mal aconsejarlos.
Entonces y ante estas adversidades, quizás sea el momento preciso para reclamar lo que como partido les pertenece, crear una nueva presidencia del y para el panismo local, regresar la honorabilidad y credibilidad perdida.
Sacar la podredumbre que aún permanece, limpiar y de tajo todo lo malo, sí, eso que perjudicó y grandemente a este instituto político local.
Para lo mismo conformar una comitiva, dar la cara ante la ciudadanía a través de los distintos medios de comunicación, no solicitar el perdón, ni mucho menos agachar la cara por la vergüenza que arrastran, al entender que ustedes no fueron en parte responsables al mantenerse al margen, al ser en su momento ignorados.
Es el momento de darle una nueva imagen a su partido político, son los malos tiempos que hoy se viven dentro de su partido, los que renovarán sus ideales.
Entonces quizás se estén tardando para lograr esta nueva hazaña, devolverle así y con creces a su ciudadanía, todo lo que otros a su paso por el PAN derrumbaron.
Que ese ánimo aflore, pues ¿acaso no valoran todo el gran esfuerzo y cariño de esos grandes panistas?, muchos de ellos ya fallecidos que vivieron con la esperanza de darle algo grande a su partido, a su comunidad a través de sus buenas acciones.
Demuestren al menos en recuerdo a su memoria, ese amor que por siempre le han tenido al PAN, externen con sus acciones ese respeto hacia esos que se les han adelantado en el camino.
Reclamen lo que por derecho les pertenece, no busquen apropiarse de un edificio ni de una propiedad al saberse que todo eso está viciado, sino más bien despójense de la arrogancia, surjan de las cenizas, de ese nuevo inicio para alcanzar las alturas.
Busquen y posiciónense en otro edificio, sean otra vez esos aplanados caminos para encontrar políticamente hablando la estabilidad ciudadana, logren que esas nuevas puertas sean abiertas tan sólo por el viejo panismo.
¿Qué esperan? Vayan y reclamen lo que aún les pertenece, pues ustedes lo crearon, rescátenlo de ese estado agónico en que actualmente lo tienen, aprovechen este momento en que ya comienza a desprenderse lo malo, pues su partido y pese ha todo, aún respira, aún no ha muerto.