PASADIZO SECRETO

‘Queman’ la historia de ‘El Torito’

Escrito en OPINIÓN el

Emilio Girón Fernández de Jáuregui, ese otrora actor infantil, sobreviviente de la época de oro del cine mexicano, tristeza da el ver que, pese a su trayectoria cinematográfica, de Nuevo Laredo su ciudad adoptiva tan sólo reciba ese nulo reconocimiento y olvido, lamentar y otra vez, que con este desaire “queman” la historia de “El Torito”.
Cierto es que Fernández de Jáuregui no es originario de Nuevo Laredo, pero ¿quién no lo conoce en esa frontera?, ¿quién no lo reconoce como ese niño prodigio que saltó a la fama al lado de grandes estrellas cinematográficas?
Por supuesto que Emilio Girón como residente de esta frontera, no se necesita hacer, decir o hablar de él a través de una biografía, entender con esto que no nació aquí, pero que no se tiene que rebuscar tanto de su andar como mexicano, al reconocer que gran parte de toda su vida, la ha vivido establecido en Nuevo Laredo.
Sí, este Nuevo Laredo que lo ha arropado al haberlo seleccionado el hoy empresario, padre de familia, pero que curiosamente nadie, absolutamente nadie hace lo posible por destacar su figura en esta su propia localidad.
Cosa contraria ha sucedido con otros personajes de su misma época, como la misma “Chachita” que en su momento y en su lugar de residencia era constantemente felicitada y asediada; otra, la “Tucita”, esa actriz igualmente infantil, que ya de grande seguía siendo añorado su emblemático y simpático personaje junto al gran Pedro Infante.
Pena da que, a Fernández de Jáuregui, nunca se le invite a un abrazo internacional, a un desfile, sí que ocasiona gran sorpresa, el comprobar que ni en las fiestas de aniversario de Nuevo Laredo, ni mucho menos en eventos masivos, teatrales o culturales se solicite la presencia de este otrora gran recordado actor infantil.
¿Qué pasa en Nuevo Laredo? ¿Por qué siempre se le da la espalda con esa clara indiferencia?
Acaso no dan cuenta cómo es que el personaje de “El Torito” aún retumba entre las antiguas y recientes generaciones, ver cómo es que en otras partes cientos o quizá miles de personas deseosas están por saludarlo, tomarse una foto, incluso solicitar un autógrafo de tan aún reconocido personaje.
Pero aquí en esta frontera, ni tan siquiera lo toman en cuenta para ponerle a una plaza pública su nombre, levantarle un mural o estatua representando a su personaje, ni distinguirlo como hijo adoptivo, mucho menos incluirlo en folletería turística para atraer comercio, abrir un museo con sus hazañas y remembranzas como ese pequeño actor.
Es una lástima que Nuevo Laredo tenga el oro en las manos y no lo sepa pulir, es una pena que no sepan aprovechar al menos a este personaje para darle brillo a esta frontera turísticamente hablando, pues quién no quisiera conocer a ese que Pedro Infante cargó entre sus brazos al igual que la bellísima Blanca Estela Pavón.
Acaso se necesita un poco de historia del llamado “Torito” para darle más crédito a su vida actoral, si es así, ojalá que esto que es del dominio público como fue su trayectoria, refresque esos ánimos y se consiga por fin darle y aprovechar de este personaje viviente su merecido lugar.
Remembrar que en la película “Ustedes los ricos” la escena de “El Torito” fue la más dramática del momento en el cine mexicano, sí esa que marcó y por muchas décadas incluso hasta la actualidad a la audiencia mexicana, pero esa no fue su única participación en el cine de oro.
Recordar que existieron distintos trabajos cinematográficos en donde el niño carismático Fernández de Jáuregui tuvo breves participaciones atrayendo en cada rol, las miradas de bellas y reconocidas actrices como la propia Miroslava, Marga López y el mismísimo Ernesto Alonso.
Como actor infantil tuvo participación junto a Elsa Aguirre, el galán de la época Emilio Tuero y con el rudo de Carlos López Moctezuma, Maricruz Olivier también tuvo la dicha de estar a su lado y verlo actuar de niño.
Cierto es que tan sólo el recordar sus pasajes de actor infantil de esa inolvidable época de oro, dan ganas de ir a saludarlo, tomarse una foto, permanecer, platicar un momento y presumir que se estuvo a su lado.
Entonces, ¿qué espera Nuevo Laredo para engrandecerse a través de esta otrora figura cinematográfica?, ¿qué espera la ciudadanía para sentirse orgullosos de tener como residente a “El Torito”?