PASADIZO SECRETO

WTC, el peor escándalo político de NLD

Escrito en OPINIÓN el

La compra de unos predios para el desarrollo de un complejo comercial de parte de la primera autoridad municipal de ese entonces y con el transcurso del tiempo, han dado pie para considerar al WTC, el peor escándalo político de NLD.
Día a día se veía con demasiada incredulidad, de que todo el esfuerzo, de que todo el desgaste e interés de la exregidora Antonia Mónica García Velázquez quedara prácticamente en eso, en tan sólo una exhibida para la máxima autoridad municipal de ese entonces.
Pero esta acción que hasta el día de hoy se ha considerado como una ofensa al pueblo de Nuevo Laredo, cierto es que nunca se ha dejado de analizar.
Entonces y por esto, bueno sería saber en dónde quedaron todos los documentos, pruebas, investigaciones y fotografías relacionadas a dicho predio, que fueron de ellos por parte de la exregidora Antonia Mónica.
Entender, que éstos pertenecían a la Administración Municipal pasada y que por lo mismo le fueron solicitados para su resguardo, o que al ser documentos propios del trabajo exhaustivo y bajo su propio gasto, se encuentren en poder de la exregidora.
De ser esto último, y al haber sido ella no sólo la denunciante ante la vista del propio pueblo al hacerlo público, debería para su análisis y soporte, ceder uno a uno estos elementos para confirmar las malas actuaciones de sus excompañeros de Cabildo, o de plano descartarlas por no tener suficiente valor o peso para comprobarse el ilícito.
Por supuesto que no se olvidan las promesas del exalcalde municipal, esas que reafirmaba a cada momento dentro de su administración, por supuesto que aún retumban entre la ciudadanía, desde ese famoso complejo económico denominado World Trade Center, Centro de Convenciones, hasta ese tan ilusionado Parque Acuático.
No se trata de repetir y repetir algo que ya no se concretó, sino más bien refrescar la memoria a algo que sólo se prometió y prometió y que por lo que se vio, nunca se pretendía materializar.
Hoy las cosas han cambiado, no se han retomado dichos planes y proyectos como algo ambicioso o necesario, las visiones no son las mismas, dando pie no a imaginar qué hubiera sido de Nuevo Laredo de haberse concretado, sino más bien, qué ha sido de esta frontera al saberse engañado.
Entonces no ha sido para nada una sorpresa el que esta administración municipal actual esté considerando el revisar detalladamente lo actuado bajo este tema de sus antecesores.
Revisiones que de aflorar irregularidades y apoyados por las leyes y de proceder, estaría viendo la ciudadanía de Nuevo Laredo no un pleito entre Cabildo vs Cabildo, estaría siendo testigo de algo insólito en la historia política de esta frontera, como es el de juzgar y castigar a quien tomó como burla a su propia ciudad que se le confió.
Cierto es que, en lo más profundo de sus sentimientos, anhelan los residentes de Nuevo Laredo, en que nada de esto fuera cierto, en que todo haya sido una equivocación o exageración, de que todo fluyó normal y con total transparencia.
Al entender que, de vergüenzas, de malas acciones esta frontera ya está más que harta, que la imagen y por lo mismo ya está por los suelos, que se lucha incansablemente para enderezar el rumbo, darle más credibilidad a esta ciudad ante la inversión nacional y extranjera.
Por supuesto que duele este tipo de acciones, que no se quiere llegar a esto, al saberse que nada nuevo ni provechoso se lograría con escarbar entre las cenizas políticas del pasado, pero de no actuar, de quedarse la actual autoridad municipal callada, estarían siendo parte de esa complicidad ante la opinión ciudadana y eso sí que es mucho más delicado.
Como delicado también sería el descubrir, de que todo esto se debe a un plan meramente político, y que no se procederá legalmente en contra de nadie.
No se trata de justificar ni defender lo que aún no se comprueba por parte de la autoridad municipal anterior, de sus colaboradores, entendiendo con esto, que los documentos son los que “hablan” ante este tipo de acusaciones, papeles que no se han exhibido ni externado ante el principal ofendido como es la propia ciudadanía.
Por todo esto, si el excelente y valiente trabajo elaborado por la exregidora es lo único que se tiene para soportar o comenzar una confrontación legal en contra de los considerados como culpables, esos ya se conocen y en demasía por los residentes de Nuevo Laredo.
Entonces quizás sea el momento de comenzar a sacar las mejores cartas para darle un nuevo rumbo a este reclamo, con esto, considerarlo efectivamente como ese verdadero escándalo político, o de plano aceptar que los señalados actuaron con la mayor decencia, al ya no tenerse por más pruebas absolutamente nada.