EL INQUISIDOR

Alimentos de muerte

Escrito en OPINIÓN el

Ahora que llega el nuevo gobierno de la 4T a Tamaulipas de la mano del doctor Américo Villarreal Anaya, resurge la esperanza de que las políticas publicas federales aterricen en Tamaulipas.
El que el nuevo gobernador sea médico, que provenga del sector salud, es una ventaja que de conjugarse con voluntad política permitirá implementar una política en salud, que permita parar las tres grandes pandemias que padece el mundo: la diabetes, hipertensión y obesidad.
La industria alimenticia en común acuerdo con la farmacéutica mantienen a la población enferma, los alimentos chatarra, las bebidas azucaradas y las medicinas que son solo paliativos para mantener las enfermedades, complementan un caldo de cultivo para mantener a millones de ciudadanos enfermos y con sus órganos inflamados permanentemente. Son enfermedades crónicas que poco a poco degeneran los órganos del cuerpo, hasta causar una muerte oprobiosa.
Es menester que se generen nuevas leyes estatales para crear impuestos al consumo de productos chatarra, bebidas alcohólicas y exámenes de antidoping en escuelas y oficinas de gobierno, y en conjunto con la SEP y Municipios desarrollar un programa masivo de promoción de la salud desarrollando ligas municipales de la salud con deportes como futbol, beisbol, basquetbol, frontón, tenis, etc.
Las universidades y escuelas de enfermería deberán revisar sus planes y programas de estudio, toda vez que los médicos y enfermeras que egresan, muchos tienen problemas de sobrepeso y obesidad.
El Sector Salud deberá realizar una política interna de poner en forma a su personal que da pena ajena, verlos dando recomendaciones sobre salud y físicamente se rajan con una uña; en algunas instituciones de salud, existen dispensadores de productos chatarra y bebidas azucaradas.
COEPRIS (Comisión Estatal Para la Protección Contra Riesgos Sanitarios) deberá hacer lo propio, trabaja a medio gas y a pesar de haber legislación que prohíbe que esos productos se expendan en las cooperativas escolares, no actúa.
Deberán retirarse del mercado fumigantes cancerígenos de Monsanto y productos transgénicos que envenenan el cuerpo. A pesar de que en 1995 la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que embutidos como el jamón, chorizo, tocino, chicharrones prensados, etc., son fuente generadora del cáncer. Es fecha que no se toman acciones reales contra esos expendedores.
Por ello es necesario re educar a la población para que se tome conciencia de que un hábito alimenticio inapropiado conduce a enfermedades crónico- degenerativas y eventualmente a muertes rápidas en jóvenes y dolorosas en adultos, que  padece el enfermo acompañado de la familia.
Por ello crece la expectativa en Américo Villarreal, quien está abierto a explorar políticas públicas a favor de los pacientes; cuando fue director del Hospital General en Ciudad Victoria introdujo la Homeopatía junto a la medicina alópata; tuvo que luchar contra las inercias de los médico alópatas.
Ello abre la expectativa que como en los mejores hospitales de Estados Unidos, dé entrada aunque sea de manera experimental a la medicina alternativa donde se maneje el Reiki, la acupuntura, Homeopatía, masaje californiano con lodo, herbolaria, etc. En la Secretaría de Salud Federal ya existe una Dirección General de Medicina Tradicional, será interesante que se haga un planteamiento o a nivel estatal se abran clínicas de este tipo en las principales ciudades de Tamaulipas.
Sabemos de buena fuente que Américo ya tiene en sus manos este tipo de planteamientos y conociendo su apertura, tal vez Tamaulipas sea pionero nacional en este tema de salud que en los grandes hospitales del primer mundo y Asia ya se practican.