EL INQUISIDOR

¡Prefiero quemar mi casa, por ver la del frente arder!

Escrito en OPINIÓN el

Duros planteamiento de Vladimir Putin en el foro de San Petersburgo a las naciones occidentales, donde tácitamente las tilda de fuera de la realidad, al pretender que el mundo sigue siendo unipolar, tal y como quedó después de la guerra fría, donde salió vencedor el bloque occidental y la URSS se disgregó.
Carentes de conocimiento dialéctico al imponer “sanciones locas e irreflexivas a Rusia tras su invasión a Ucrania” y dijo que, “la guerra económica relámpago contra Rusia no tenía posibilidades de éxito desde el principio”.
No deja de tener razón Putin toda vez que las sanciones son más dañinas para occidente, la Unión Europea podría perder 400 mil millones de euros, sus economías se exhibieron como endebles al extremo, quedando evidenciada su vulnerabilidad y dependencia energética de Rusia, pero sobre todo con liderazgos títeres de los norteamericanos.
Por su parte Biden queda mal parado con su propio país, su índice de popularidad bajó abruptamente al 40%, lleva en riesgo de perder el Congreso en las elecciones que se avecinan, la incompetencia de su vicepresidenta Kamala Harris y la cerrazón del presidente casado con métodos de sanciones al más rancio estilo del siglo pasado, ha dejado de funcionar, su método del garrote y la zanahoria feneció.
No se dan cuenta de que el mundo avanzó y los actores principales de hoy pasarán a formar parte del elenco de respaldo o extras, realidad que el bloque occidental se niega a aceptar y han caído presas del mundo liberal que ellos impusieron y de su globalización, de la que ahora reniegan, a causa de la recesión e inflación galopante descontrolada, que sus connacionales ya reprueban.
Cualquier estudioso de la economía sabe que lo principal es afianzarse de casa vestido y sustento, antes de adentrarse en el mundo de negocios o la especulación, eso opera tanto para personas, empresas o países. Los EU han sido una economía que si bien es cierto se ha dedicado a producir atrayendo mano de obra barata y recursos naturales a precio de ganga o por la fuerza, tiene otro lado siniestro-la especulación, la extorsión vía sanciones, para quienes no se pliegan a sus políticas.
Afortunadamente ya hay cambios en el mundo, con la caída de la globalización producto de esas políticas coercitivas, se perdió la confianza en los mercados y transacciones con las potencias, las acciones gansteriles de usar la OEA para tumbar e inhibir gobiernos como el de Bolivia con tal de apropiarse de su litio, las sanciones a Venezuela donde el Banco de Inglaterra se apropió de 40 mil millones de dólares en oro, el bloqueo añejo de Cuba, el robo descarado de 340 mil millones de dólares a Rusia depositados en bancos occidentales han roto la confianza en el mercado occidental.
México de AMLO está apostando por la autosuficiencia energética, alimentaria y de bienes de capital, utilizando sus propios recursos, poniendo al estado como eje rector y quitándole protagonismo a los privados en áreas estratégicas, por cuestiones de seguridad nacional, se perdió la confianza y por ello los países deberán hacer todo para adquirir la autosuficiencia, depender menos de economías caprichosas.
Los Estados Unidos le vendieron la idea al mundo emergente de que ellos se encargarían de producir los alimentos y derivados del crudo a costos bajos, que sólo se preocuparan por vender sus recursos naturales,  al menos ese es el discurso de los pasados gobiernos neoliberales.
Lo risible es que el six de presidentes neoliberales aleccionados exprofeso para gobernarnos; Miguel de la Madrid, Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña, pecaron de lo mismo, frivolidad, irracionalidad, perversidad, adictos al dinero fácil y traidores a la patria o desamor a México por decirlo más suave.
Lo peor, estaban convencidos que hacían lo correcto, formados o reprogramados en las universidades de EU, como Harvard, Instituto Tecnológico de Massachussets y otras de no menos renombre siempre se creyeron las mejores mentes de México como una vez lo externó el impresentable Ernesto Zedillo.
Cuando se le increpó sobre la crisis del error de diciembre que hundió a México en una recesión espantosa y quiebras de empresas a raudales, que culminó con el FOBAPROA que seguimos pagando para beneficio de particulares dijo: “Estamos trabajando en ello las mentes más brillantes de México, para salvar al país” ¡gulp! Ya sabemos lo que siguió.
Por ello deberán cambiar los planes y programas de estudio de las universidades que durante 36 años trabajaron para mantener un sistema de dominación envileciendo las mentes de los estudiosos para beneficio del imperio.
Por ello han perdido vigencia los egresados del ITAM, TEC de Monterrey, UDEM y otras que los fueron preparando como especialistas en una economía de mercado y globalización, expertos en desarrollar esquemas para beneficio del gran capital trasnacional en perjuicio de los otros dos factores de la producción como es la tierra y el trabajo. Ello ocasionó la debacle del campo y la caída drástica de los salarios.
Ahora vuelven a cobrar vigencia los egresados de la UNAM, el IPN, UAM etc que preparan a sus alumnos para una economía social, en otros términos no más profesionistas para fomentar el beneficio privado al extremo sobre la sociedad y si un mundo de armónico producto del progreso social en su conjunto.
El mundo ha dado un vuelco, los imperios caen y resurgen ¿Qué no?, recordemos la debacle de Grecia, Roma, Persia, otomanos, China milenaria, India, Inglaterra, España, los aztecas, Rusia Zarina, etc.
Ahora se vislumbra la caída paulatina o estrepitosa de los EU, arrastrando a la Unión Europea de no rectificar su sistema de sanciones que sólo sirve para autoflagelarse por no dar su brazo a torcer como si escucháramos la canción de los Cadetes de Linares de los años 70 cuyo párrafo decía “prefiero quemar mi casa, por ver la de enfrente arder” algo así como pierdo yo, pero también tú, nos morimos todos en el intento.
Se observa el resurgimiento de una Latinoamérica unida encabezada por México y el imperio euroasiático encabezado por Rusia y China, que definitivamente le está ganando la partida al viejo esquema imperialista que no ha sabido adecuarse a los cambios del avance de la cibernética, la tecnología y el conocimiento asimilados por la masa popular.