RÍO REVUELTO

Del charrismo al sindicalismo

Escrito en OPINIÓN el

El sindicalismo clásico en cualquier gremio de Nuevo Laredo, al igual que en otros municipios y entidades, ha pasado por esa transición del PRI al PAN que de alguna manera es incluso peor y ahora enfrenta las nuevas corrientes que rechazan al modelo de la CTM, tal como lo vimos en Reynosa.
La inconformidad va a nacer siempre que el trabajador sienta que la razón por la que se afilió a un sindicato, que es la protección de sus derechos e intereses, se vea opacada por los intereses personales del líder sindical, además de que ver a este tipo de personajes enriquecerse de forma desmedida a costa del puntual descuento de nómina de cada trabajador, lo que siempre resulta una grosería para el modesto empleado que diariamente trabaja largas jornadas.
Mientras tanto, en esta frontera, ahora que hubo un refrendo para el contrato colectivo de Rheem, la opción elegida por los trabajadores fue la de la desafiliación, lo que se traduce en que el Sindicato Local de la Industria Maquiladora habría perdido lo que sin duda fue un bastión para su organización.
A la par, el Sindicato Nacional Independiente de Trabajadores de Industrias y Servicios (SNITIS), Movimiento 20/32, ha estado ganando terreno en la frontera tamaulipeco y ahora busca consolidarse al obtener al menos el 30% de los trabajadores de las respectivas plantas, para tener el derecho a obtener el contrato colectivo.
El “charrismo” al que constantemente se refiere Susana Prieto, sin duda es todo un tema en Nuevo Laredo, pues el término se refiere a “un líder de sindicato que en lugar de buscar el beneficio de sus compañeros trabajadores, obedece a los intereses de la empresa o de las autoridades gubernamentales”.
Los nuevos sindicatos que vayan a acaparar a los agremiados que perdió el anterior, deberán obrar para bien y no ser parte de un ciclo del que los trabajadores pretenden salir.